La Tribuna (Los Angeles Chile)
Moderato cerró su año dando vida a diferentes obras con variados talentos
La actividad de este centro artístico educativo, fue encabezada por la pianista nacional Claudia Mora. El centro educativo recibe también a niños con discapacidades mentales, donde estos potencian sus habilidades.
Entre piano, violín, ballet y chino mandarín, se llevó a cabo la gala anual de la academia Moderato, que es dirigida por la pianista nacional Claudia Mora, quien con sus acordes hizo brillar los pequeños talentos que en sus salas crecen día a día.
La iniciativa anual que se lleva a cabo como finalización de clases tuvo diferentes presentaciones, en variados talentos, los que se lucieron durante un día completo, en diferentes rangos de edades.
Actualmente, en este lugar son 60 niños lo que se desarrollan, en las diferentes ramas artísticas y algunos de ellos son niños y jóvenes con discapacidades mentales, los que aprenden algunas de las variadas disciplinas.
La directora de este centro explica que en esta academia se vive inclusión, ya que potencian las habilidades de todos sus estudiantes en sus diferentes condiciones, siendo estas dirigidas para todos en búsqueda de sus habilidades.
UNA ACADEMIA DE VIDA
La angelina Claudia Mora es pianista y nos cuenta que hace muchos años descubrió como el arte en sus diferentes variables puede ayudar a las personas desde lo interno de su ser.
Explica que su amor al piano comenzó muy niña y de más grande adquirió el interés, por la música en el ámbito médico, por lo que dedicó su tiempo y estudios a trabajar con diferentes especialistas donde confirmó que el arte en todas sus expresiones y sobre todo la música puede ayudar a niños con algún tipo de discapacidad.
Fue por esto que llegó a implantar esta escuela de artes angelina, que se orientaba en variadas disciplinas, donde la característica principal era el ser inclusiva, sin distinguir a ningún niño, joven o adolescente que estuviera ahí para aprender.
“Muchos padres envían a sus hijos porque el piano es hermoso pero otros llegan buscando aprender un arte como estilo de vida, es el caso de las personas con discapacidad mental o niños con Asperger que llegan a esta academia”, explica la artista, quien sentencia el amor a su trabajo.
Claudia relata al diario La Tribuna que muchos niños con Asperger, llegan a este lugar por prescripción médica o por problemas neurológicos.
CARIÑO PARA ALCANZAR METAS
La directora musical, señala que en este lugar todos los niños son acogidos con cariño para enseñarles metas, las que son disfrutadas por todos, principalmente las familias.
Ante ello la artista explica que “comenzamos el primer semestre con la parte técnica, movimiento de dedos, enseñando de lo más básico a lo más complejo y vamos viendo avances en todos los niños y en todas sus condiciones”.
La pianista agrega que descubrió que “por medio del piano y la belleza de la música uno puede ver las deficiencias que pueden tener sus alumnos y como esto puede estimularlos por ello aportamos a la medicina y a sus avances”.
Explica que el valor de la música para la ciencia, lo experimentó por interés a la neurociencia, la que aprendió de su trabajo con muchos médicos, mientras recuerda algunos de sus nombres.
También, explica que accedió a trabajo con fonoaudiólogos, áreas de fonología, igualmente casos de niños de Sename donde aprendió que la música puede llegar a todos a pesar de los distintos casos.
“Luego de este interés surgió la idea de hacer este centro artístico, donde hoy inclui- mos personas hasta los 28 años que participan de muy buena manera con el resto de sus compañeros”, explica la mujer que hoy se siente orgullosa de la velada que más de cien personas llegaron a presenciar.
DIFERENTES TALENTOS Y PERSONALIDADES
Claudia es la directora de este centro artístico y con orgullo cuenta que lo componen todos quienes entregan su dedicación a algunas de las disciplinas como ballet, el chino mandarín y violín y la vida del centro la entregan todos.
La pianista dice que en el centro, todos son una gran familia y que de ello depende el éxito que día tras día aflora en sus estudiantes.
“Hoy hacemos ballet a la antigua, acá toca un piano mientras las bailarinas le dan vida a la tonada y eso se logra con mucho cariño de todas las partes que integramos la academia”, sentencia la mujer.
Finaliza explicando que se sienten dichosos con el logro de cierre de año y ya están en mira de conformar otras actividades.
Para esta ocasión, Claudia recuerda a un querido y cercano compositor y explica que el objetivo será deleitar al público al aire libre, donde llegarán con sus delicados instrumentos para entregar lo que más saben hacer cariño entre melodías y desplante.