La Tribuna (Los Angeles Chile)
Agrupación Awkan Kuyen prepara tercera versión del carnaval de batucadas en Quilleco
Cerca de diez agrupaciones de la provincia del Biobío van a recorrer este 20 de enero las avenidas de ese sector.
“Awkan Kuyen significa salvaje luna y nosotros sentimos este significado como nuestro, porque somos muchachos salvajes que siempre vemos a la luna”, así comienza explicando su identidad Víctor Vásquez, el representante de los tamborileros de Quilleco.
Esta agrupación se compone de 25 personas de todas las edades que practican el arte de las batucadas y en esta fecha como hace tres años, esperan realizar una actividad veraniega, el carnaval Awkan Kuyen, donde cientos de tambores inundarán dos avenidas con batucadas y alegres bailes.
“Nos preparamos para la tercera versión del carnaval Awkankuyen, el que está siendo autogestionado por nosotros mismos, respecto a gastos y gestiones municipales”, así lo explicó el joven quien además es estudiante de topografía.
Víctor Vásquez de 22, dice que esta organización nació dentro de Quilleco para dar a conocer otras culturas a la ciudadanía, la que fue instalándose de manera progresiva y hasta el momento ha sido aceptada por vecinos, quien –expresa el joven- les han demostrado cariño por su iniciativa.
Es por eso, que la actividad de estos jóvenes se realizará el día convocado, con talleres de malabarismo en la plaza de la ciudad, desde las 16 horas y luego con tambores recorrerán las avenidas hasta las 11 de la noche.
En la oportunidad, espera reunir a cerca de 150 personas, de 10 grupos, que recorrerán Quilleco hasta conformar un acto masivo.
UNA INICIATIVA DE JÓVENES QUILLECANOS
Según relata el representante del grupo, esta actividad se fundó hace tres años con sólo diez amigos, donde cada uno gestionó la compra de sus instrumentos musicales con trabajos independientes.
“En un inicio, para comprar nuestros implementos realizamos diferentes actividades como venta de productos y faros (actividades en semáforos)”, explicó Víctor.
Su compañera de agrupación, Fernanda Tiznado, también estudiante, explica que este grupo partió por la magia que estos instrumentos entregaban.
“Después de muchas prácticas comenzó a formarse esta agrupación de jóvenes de Quilleco, donde comenzamos a practicar diversos ritmos y tonadas”, explican los representantes.
Cuentan que su inicio fue difícil, ya que la gente era bastante prejuiciosa con él concepto de tambores y batucadas.
“Muchas personas lo asocian esta actividad a personas drogadictas, pero demostrando nuestras actividades, que fuimos derribando ese mito de a poco en la provincia”, declaran los jóvenes, quienes agregan que hoy mucha gente les demuestra cariño y entiende que se trata de actividades extra programáticas, donde participan personas de todas las edades.
“Con el tiempo participamos en actividades fuera de la provincia y nos dimos a conocer en Concepción, Santiago y Valparaíso en marchas y actividades independientes, las que nos han entregado gran aprendizaje y conocer otras experiencias”.
Agregan que se sienten muy orgullosos de estos inicios, puesto que así hoy llegaron a ser un grupo de 25 personas donde hay integrantes de todas las edades, inclusos dos de ellas son madres y lo ven como una actividad sana.
ACTIVIDAD PARA LA RUTINA DIARIA
Ambos jóvenes, tanto Fernanda como Víctor, mezclan su tiempo con sus estudios y trabajos, y explican, que como estilo de vida esta disciplina les deja mucho, ya que es una actividad que entrega alegría y salir un poco de la rutina habitual.
Víctor cuenta que es timbero y director de este grupo, su labor entrega señas, cortes y esta experiencia la mezcla con sus estudios de topografía y ama ambas cosas, que cumple a la fecha con mucho rigor.
“Me gustan las batucadas por las ganas de hacer algo externo. Llegar a practicar es desestresante” además recuerda sus inicios y agrega que “yo aprendí en Los Ángeles y en la universidad de Concepción de personas mayores de quienes tengo aún mucho que aprender y a futuro quién sabe, hasta enseñar”, explica el quillecano a sus cortos 22.
En tanto, Fernanda, quien recuerda que llegó junto a su primo a esta agrupación, también aprendió de esta disciplina al comenzar a estudiar ingeniería comercial, aquí aprendió a ser tercerista - un pequeño bombo zurdo- y explica que lo mejor es salir de la rutina académica y laboral, porque aquí ha ganado mucho.
Ambos jóvenes recuerdan con cariño sus experiencias, incluso recuerdan Mil Tambores, la experiencia que año tras año logra reunir a artistas de todas partes del país en Valparaíso, desde donde han recogido muchas anécdotas e historias.
Al cerrar su historia, invitan a su público a vivir esta velada, una que tiene un poco de muchas culturas, es un poco mestiza, ya que según explican, tiene mucho de todo, entre cultura mapuche, nortina de Bolivia y hasta de Brasil han sacado un poco, para formar esas alegres batucadas, un baile con ritmo y desplante.