La Tribuna (Los Angeles Chile)
Chile: El país laico y democrático que recibe al Papa Francisco I
Por estos días miles de feligreses en Chile celebran y comparten su alegría por la llegada del Papa Francisco. Una visita oficial y apostólica, que quedará en la historia al ser el segundo Pontífice en pisar territorio chileno. En 1987, Juan Pablo II llegó a un país convulsionado por la dictadura y que mostró al mundo una triste realidad. El dolor y angustia de su gente que clamaba por el fin de un periodo oscuro. Hoy a 30 años de ese primer encuentro con el líder de la Iglesia Católica, podemos decir con seguridad que Chile ha cambiado. Se ha recuperado la democracia y se han dado pasos importantes para supe- rar las desigualdades en nuestra sociedad, conquistando más derechos para los habitantes de este país.
En sus 5 años de pontificado, el Papa ha manifestado diferentes preocupaciones que no han sido ajenas a este gobierno, como el interés real por superar la pobreza, el respeto y cumplimiento a los derechos humanos, la situación de los migrantes, el acceso a una educación de calidad, el cuidado del medio ambiente y la preocupación por un desarrollo que ponga en el centro a las personas y no al dinero. Por esto y mucho más, es que estamos seguros que el trabajo realizado durante estos años, ha contribuido a mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de Chile, donde para cada uno de estos temas se ha destinado una ley o una reforma.
Si bien la Región del Biobío no fue escogida para una visita oficial del Papa, son muchas las delegaciones de voluntarios, jóvenes, adultos, pueblos originarios que participarán en las misas de la ciudad de Temuco. A ellos los felicitamos y deseamos que tengan una grata experiencia y, a quienes no comparten la fe cristiana, pedimos respeto por estos acontecimientos.
Chile es un país laico porque existe separación entre la Iglesia y el Estado, eso significa ser totalmente respetuosos con la visita de un Jefe de Estado que además es líder de una Iglesia. Hacemos un llamado a no actuar de manera intolerante ya que los últimos actos de violencia contra iglesias o entidades de gobierno no son permisibles en una democracia.
La voluntad de este Gobierno y de la Presidenta Michelle Bachelet es que podamos construir una sociedad más igualitaria, donde todas las religiones sean aceptadas y puedan existir visitas de líderes religiosos como las que se viven en estos días con el Papa Francisco, siempre en el marco del respeto mutuo, propio de un Estado democrático y laico.