LOS LAGOS TOURISM SPECIAL /
ESPECIAL TURISMO LOS LAGOS
Traveling Los Lagos Viajando por Los Lagos
In 1979, the first time I visited the Los Lagos region, I crossed the cordillera from Argentina to find landscapes that looked like the Pacific Northwest, where I grew up. Over the ensuing decades working on travel guidebooks about Chile and Patagonia, I’ve explored almost every corner of the region, also known to English speakers as Chile’s Lake District. My trips have constantly reaffirmed for me that the densely forested slopes, snowy volcanic cones and azure lakes in Los Lagos are almost a mirror image of Washington State, Oregon and British Columbia.
The Los Lagos region has long welcomed foreign visitors. In 1913, former U.S. President Theodore Roosevelt was one of the earliest recorded celebrities to enjoy the Cruce de Lagos route over the stunning Andean lakes that’s now a bus-boat shuttle from Puerto Varas to the Argentine city of San Carlos de Bariloche.
The journey Roosevelt helped pioneer is today one of the region’s classics, easily done in a day though it’s tempting to spend at least an overnight at Peulla, the lakeport at the east end of Lagos Todos los
En 1979, la primera vez que visité la región de Los Lagos, crucé la cordillera desde Argentina para encontrar paisajes que parecían el noroeste del Pacífico, donde crecí. Durante las siguientes décadas trabajando en guías de viajes sobre Chile y Patagonia, he explorado casi todos los rincones de la región. Mis viajes me han reafirmado constantemente que las laderas densamente arboladas, conos volcánicos nevados y lagos azules en Los Lagos son casi una imagen en el espejo del estado de Washington, Oregón y la Columbia Británica. Personalmente me hace bien venir aquí, pero también este efecto lo producen las personas que he llegado a conocer a lo largo de los años.
La región de Los Lagos ha acogido siempre a los visitantes extranjeros. En 1913, el antiguo presidente de EE.UU. Theodore Roosevelt fue una de las famosas celebridades en disfrutar de la ruta Cruce de Lagos en los impresionantes lagos andinos, que ahora es un servicio de autobús-barco desde Puerto Varas a la ciudad argentina de San Carlos de Bariloche.
Santos, to appreciate the peaks and forests of Vicente Pérez Rosales National Park, Chile’s first national park. Pérez Rosales, for whom the park is named, was responsible for the large-scale German colonization of southern Chile in the 1850s. Thousands of Germans settled in Los Lagos towns like Frutillar, Puerto Octay, Puerto Varas, Osorno, and Puerto Montt, leaving a lasting imprint on the local culture, seen most visibly in the architecture of many old homes and churches in the area.
Throughout the region, the roads are often excellent and almost all of them are improving rapidly. Unlike in the United States, there is frequent and affordable public transportation even to some relatively remote areas – unless time is critically important, renting a car is rarely necessary. For instance, to get to the backcountry of Cochamó – with granite faces that can match Yosemite’s finest – from the picturesque town of Puerto Varas, several buses daily drop passengers directly at Campo Aventura Eco-Lodge, the starting point for hikes and horseback rides into a lush temperate rainforest.
One underrated aspect of the region is its food. Chile in general, and Los Lagos in particular, has some of the world’s most diverse seafood – one U.S. food writer wrote that he felt as if he were looking at “the marine life of another planet,” what with shoe-sized mussels, succulent scallops, razor clams, locos (“false abalone”) and fresh fish including the so-called “Chilean sea bass,” more accurately called the Patagonian toothfish. The simple restaurants at Angelmó, a fish and crafts market at the western end of Puerto Montt’s waterfront, offer hearty versions of almost everything that comes from the sea, but there are also more sophisticated options at resort towns like Puerto Varas. For dessert, Germanic pastries known collectively as Kuchen are widespread here.
Puerto Montt, meanwhile, is the starting point for several adventures deeper south into Patagonia, such as a personal favorite, a three day Navimag ferry trip that passes through a landscape resembling Alaska’s Inside Passage or the Norwegian fjords before arriving in Puerto Natales, gateway to the famous Torres del Paine park.
El viaje pionero de Roosevelt ayudó a lo que es hoy en día uno de los clásicos de la zona, fácilmente realizable en un día, aunque es tentador pasar al menos una noche en Peulla, el puerto lacustre ubicado en el extremo este del lago Todos los Santos, para apreciar los picos y bosques del parque nacional Vicente Pérez Rosales, el primer parque nacional chileno. Pérez Rosales, personaje chileno por quién este parque fue bautizado, fue el responsable de la colonización alemana a gran escala en el sur de Chile en la década de 1850. Miles de alemanes se asentaron en las ciudades de Los Lagos, como Frutillar, Puerto Octay, Puerto Varas, Osorno y Puerto Montt, dejando una huella en la cultura local, siendo más visible en la arquitectura de muchas casas antiguas e iglesias de la zona.
En toda la región, las carreteras son a menudo excelentes y casi todas ellas se están mejorando rápidamente. A diferencia de Estados Unidos, el transporte publico es frecuente y accesible, incluso a algunas zonas relativamente remotas - a menos que el tiempo es de vital importancia, el alquiler de un coche es raramente necesario. Por ejemplo, para llegar a los campos de Cochamó - con caras de granito que pueden coincidir con lo mejor de Yosemite- desde la pintoresca ciudad de Puerto Varas, varios autobuses al día bajan a los pasajeros directamente en Campo Aventura Eco-Lodge, el punto de partida para caminatas y paseos a caballo por un exuberante bosque templado.
Un aspecto subestimado de la región es su comida. Chile en general, y Los Lagos en particular, tiene algunos de los mariscos más diversos del mundo - un cronista gastronómico de EEUU escribió que se sentía como si estuviera mirando “la vida marina de otro planeta”, con los choros zapato, ostiones, machas, locos ("falso abalone") y pescado fresco que incluye la llamada "Corvina chilena", nombrada con más precisión como la merluza negra. Los sencillos restaurantes de Angelmó, el pescado y el mercado de artesanías en el extremo occidental de la costa de Puerto Montt, ofrecen versiones abundantes de casi todo lo que viene del mar pero también hay opciones más sofisticadas en ciudades
“The backcountry of Cochamó has granite faces that can match Yosemite’s finest, and lush temperate rainforest.”
One part of the region that I was slower to appreciate was the Isla Grande de Chiloé, a verdant offshore landmass that, roughly speaking, would be the counterpart of Canada’s Vancouver Island. It’s a cradle of Chilean folklore and has an extraordinary vernacular architecture in its palafitos (houses built on pilings over the sea), but it’s also home to Parque Tantauco, outgoing President Sebastián Piñera’s audacious conservation project near the city of Quellón.
One of my favorite offbeat sights, though, is the ferry port of Chai- tén, a semi-ghost town evacuated just a few years ago when a nearby volcano erupted, but many of its inhabitants have returned. It’s also the first stop for some intrepid tourists bound for a spectacular journey along the Carretera Austral, the southern highway, which extends some 770 miles (1,240 km) through unmatched natural scenery in Chilean Patagonia. In the Palena province, the road winds its way through a lush, mountainous zone, and crosses the Futaleufú River, a wild whitewater river that draws paddlers from around the world.
“El backcountry de Cochamó tiene caras de granito que pueden equipararse a las mejores de Yosemite, y exuberantes bosques templados.”
turísticas como Puerto Varas. Para el postre, pasteles alemanes conocidos colectivamente como küchen son comunes aquí y en toda la región.
Puerto Montt, por su parte, es también el punto de partida para muchas aventuras hacia el sur profundo adentrándose en la Patagonia. Uno de mis viajes favoritos es la navegación en el ferry Navimag, de tres días, que pasa a través de un paisaje que se asemeja el Pasaje Interior de Alaska o los fiordos noruegos antes de llegar a Puerto Natales, puerta de entrada al famoso parque Torres del Paine.
Una parte de la región que fui más lento en apreciar fue la isla Grande de Chiloé. Es una cuna del folklore chileno y tiene una extraordinaria arquitectura nativa en sus palafitos (casas construidas en pilotes sobre el mar), pero es también el hogar del Parque Tantauco, audaz proyecto de conservación del presidente saliente, Sebastián Piñera, cerca de la ciudad de Quellón.
Uno de mis lugares poco convencionales favoritos, sin embargo, es el puerto de Chaitén, un pueblo semi-fantasma evacuado hace apenas unos años, cuando un volcán cercano entró en erupción, pero muchos de sus habitantes han regresado. También es la primera parada para algunos turistas intrépidos con destino a un viaje espectacular a lo largo de la Carretera Austral, que se extiende 1240 kilometros a través de un paisaje natural incomparable, en la Patagonia chilena. En la provincia de Palena, el camino serpentea a través de una zona exuberante y montañosa, y cruza el río Futaleufú, un río salvaje de aguas bravas que atrae a remeros de todo el mundo.