Patagonia: Land, water, sky
Patagonia: tierra, agua, cielo
Many of her photos of Patagonia's land, water, and sky almost seem like one is viewing the region through an unconscious dreamscape. Perhaps that is because Celine Frers says some of her fondest childhood memories are revived during her journeys through Patagonia. She observes that, similar to Corrientes province in northeast Argentina, where she spent much of her youth, Patagonia is dominated by wild nature, vast and solitary landscapes, and the noble, brave and rustic spirit of its people.
Beyond her love of wildness in Patagonia, Celine seeks to portray in her photos the relationship of the landscape with its people. In particular, the gaucho culture that is slowing fading away and increasingly further afield.
Some of the photos herein this essay are from two of her extraordinary photography books: Cielos Patagonicos and Tierra de Gauchos. Her work on those books included, among other places, intense tours of Estancia El Condor near Lake San Martin, or riding horseback at Estancia Menelik with the imposing Cerro San Lorenzo in the backdrop, or exploring around Mount Fitz Roy while coping with smack-down winds.
She moved about on horseback for weeks at a time, going deeper into the region, sleeping in tents or small huts, sometimes below the stars. And sometimes, Celine says, walking for numerous days “just to feel and portray the true strength of Patagonia, its real magic. The part of Patagonia that is most hidden and wild.”
Muchas de sus fotografías de las tierras, el agua y el cielo de la Patagonia casi parecen como si uno estuviera viendo la región a través de un paisaje de ensueño inconsciente. Quizás sea porque Celine Frers dice que algunos de sus mejores recuerdos de infancia son revividos durante sus viajes por la Patagonia. Observa que, de forma similar a la provincia de Corrientes, en el noreste de Argentina, donde pasó gran parte de su juventud, la Patagonia es dominada por la naturaleza salvaje, vastos y solitarios paisajes, y el espíritu noble, valiente y rústico de su gente.
Más allá de su amor por el salvajismo de la Patagonia, Celine busca retratar en sus fotos la relación del paisaje con su gente. En particular, la cultura gaucha que está lentamente desapareciendo y cada vez es más distante.
Algunas de las fotos de este ensayo pertenecen a dos de sus extraordinarios libros de fotografía: Cielos Patagónicos y Tierra de Gauchos. Su trabajo para aquellas publicaciones incluyó, entre otros lugares, intensas giras por Estancia El Cóndor, cerca del Lago San Martín, cabalgatas en la Estancia Menelik, con el imponente Cerro San Lorenzo en el fondo, y la exploración en torno al cerro Fitz Roy mientras enfrentaba vientos poderosos.
Ella se movía a caballo durante semanas, metiendo tierra adentro, durmiendo en carpa o pequeños puestos, a veces bajo las estrellas. En algunas ocasiones, Celine dice que caminaba por numerosos días "para sentir y retratar la verdadera fuerza de la Patagonia, su verdadera magia. La parte de la Patagonia más oculta y salvaje".