Patagon Journal

Hiking the Huemul Circuit

Senderismo en el Circuito Huemul

- By Stephanie Stefanski

In t he s mall t o wn of El Chalten, Argentina, most backpacker­s strap on their packs and take the main road north toward the iconic Mount Fitz Roy in Los Glaciares National Park. But heading out of town i n the other direction, past the National Parks Service ( APN) ranger station, there i s an inconspicu­ous - but just as captivatin­g - trail that also heads to the mountains. Spanning 40 miles ( 64 km), the Huemul Circuit takes adventurer­s through lush meadows, stark glacial terrain, past the Southern Patagonian Ice Field, and to Lake Viedma with a view of the terminus of the Viedma Glacier.

Day 1: El Chalten to Laguna Toro

After leaving town and getting onto the trail, hikers will cross through six hours of green meadows with minimum elevation change. Stoic wild cattle

En el pequeño pueblo de El Chaltén, Argentina, la mayoría de los excursioni­stas se colocan sus mochilas y toman la carretera principal hacia el norte, rumbo al icónico monte Fitz Roy en el Parque Nacional Los Glaciares. Pero saliendo del poblado en la otra dirección, más allá de la estación de guardaparq­ues de la Administra­ción de Parques Nacionales (APN), hay un sendero poco llamativo pero igual de cautivador, que también se dirige a las montañas. Con una extensión de 64 kilómetros, el Circuito Huemul lleva a los aventurero­s a través de frondosos prados, un crudo terreno glacial, y pasando también por el Campo de Hielo Patagónico Sur hacia el lago Viedma con una vista de la pared del glaciar Viedma.

Día 1: El Chaltén a laguna Toro

Después de salir del pueblo y entrar en el sendero, los excursioni­stas cruzarán seis horas de prados verdes con un mínimo cambio de

watch as backpacker­s trudge through a mess of mud and manure, searching for any small piece of wood or rock to serve as a stepping stone. This section of the road is one of the busiest, leading to the Laguna Toro Campground. The campsite, located by a lake, offers plenty of potable water, sheltered sites for pitching tents, and a primitive toilet (read: covered hole in the ground). This is the furthest most travelers can get without a guide or advanced skills, and makes for a great out-and-back overnight trip for those who want views of glacial meadows and Cerro Torre.

Day 2: Laguna Toro to Paso del Viento Refuge

On the second day of the circuit, backpacker­s must cross the first Tyrolean traverse. APN recommends bringing a local guide to assist with these traverses, which can be challengin­g for solo or inexperien­ced backpacker­s. The traverse is a steel cable, stretching upwards from one end of a ravine to another. A freezing, raging river threatens to take anyone, or anything, that falls below.

When backpacker­s stop at the APN station, they must demonstrat­e the skills and equipment necessary to cross both Tyrolean traverses. While there is the option to cross both rivers on foot, the water level may be dangerousl­y high depending on the season and recent rainfall. Required gear includes sufficient rope (at least 98 feet [30 meters]) to recover the pulley if necessary, harnesses, a steel carabiner to clip into the pulley or onto the steel cable, a safety line, and an aluminum carabiner for the safety. For our group of 14, the entire procedure took a few hours.

Despite the long morning, this was only the start to the day. Our goal was the Paso elevación. El estoico ganado salvaje observa cómo los senderista­s caminan penosament­e a través de un desorden de lodo y estiércol en busca de cualquier trozo de madera o roca que les sirva de escalón. Esta sección del sendero es una de las más concurrida­s al conducir al campamento laguna Toro. Ubicado junto a un lago, este campamento ofrece abundante agua potable, sitios protegidos para las carpas y un baño primitivo (léase hoyo cubierto en el suelo). Esto es lo más lejos que la mayoría de los viajeros suele alcanzar sin contar con un guía o habilidade­s avanzadas, y es un gran viaje de ida y vuelta por una noche para aquellos que buscan vistas de prados glaciares y el cerro Torre.

Día 2: Laguna Toro al refugio Paso del Viento

En el segundo día del circuito, los excursioni­stas deben cruzar la primera travesía en tirolesa. La APN recomienda traer un guía local para ayudar con estos cruces, que puede ser un reto para los senderista­s solitarios o inexpertos. La travesía se realiza a través de un cable de acero, que se extiende hacia arriba desde un extremo de un barranco a otro. Un río gélido y furioso amenaza con llevarse a cualquier persona, o cualquier cosa, que caiga debajo.

Cuando los mochileros se detienen en la estación de la APN, deben demostrar sus habilidade­s y el equipo necesario para cruzar ambas tirolesas. Si bien existe la opción de cruzar los ríos a pie, el nivel del agua puede ser peligrosam­ente alto dependiend­o de la temporada y las precipitac­iones recientes. El equipo requerido incluye suficiente cuerda (al menos 30 metros) para recuperar la polea si es necesario, arneses, un mosquetón de acero para sujetar la polea o el cable de acero, una línea de seguridad y un mosquetón de aluminio para mayor seguridad. Para nuestro grupo de 14 personas, todo el procedimie­nto tomó algunas horas.

“As we reach the peak, scrambling up slippery rock and gravel, we give one last, long look to the ice field and look down upon the valley and blue glacial Lake Viedma below.”

“Al llegar a la cima, trepando por rocas resbaladiz­as y gravilla, damos una última y larga mirada al campo de hielo, y también contemplam­os el valle y el azul glacial del lago Viedma”.

del Viento refuge, approximat­ely 8- 10 hours away and with a steep elevation gain of 3,280 feet ( 1,000 meters). At 5,085 feet ( 1,550 meters) above sea level, hikers arrive at the first panoramic view of the Southern Patagonian Ice Field and the highest peak of the entire trek.

The ice field to our right, we scramble over boulders and icy terrain, even trekking through a gentle snowfall, before finally starting the 2,952foot (900 meters) descent into camp. At this point in the trail, strategica­lly placed but often hidden, cairns and our satellite device are our only navigation tools.

As we descend, the stark, gray l andscape gives way to rolling, green fields. The refuge sits next to a small lagoon and is surrounded by running streams and rivers, ensuring a fresh supply of water. Small rock walls surround and shelter the various sites for pitching tents. There i s even a small shelter for cooking and staying warm against the blowing winds which give the site its name: the Windy Pass.

Day 3: Paso del Viento Refuge to Lake Viedma

The f ollowing morning, clouds give way to clear blue skies. Our view of the Southern Patagonian Ice Field stretches far into the horizon, revealing white, snow-covered mountains that were obscured beneath clouds and rain on the previous day. The trail starts off gentle and rolling, but soon leads to a steep, 3,238- foot (987 meters) ascent up Paso Huemul. As we reach the peak, scrambling up slippery rock and gravel, we give one last, long look to the ice field and look down upon the valley and blue glacial Lake Viedma below.

Small white flecks in the water are our focus point during the nearly three-hour, 984foot (300 meters) descent. On the map, the trail is labeled as “damaged.” The steepness of the decline often forces us to grip onto tree roots or scoot on our bottoms to prevent us from falling over. At one point, we must climb and rappel down a 9 foot (3 meter) rock wall, using a rope set up by the APN. Yet at each rest stop, we can see the small white flecks slowly grow into massive icebergs.

A pesar de la larga mañana, esto fue solo el comienzo del día. Nuestro objetivo era el refugio Paso del Viento, aproximada­mente a 8-10 horas de distancia y con un fuerte desnivel de 1.000 metros. A 1.550 metros sobre el nivel del mar, los excursioni­stas tienen la primera vista panorámica del Campo de Hielo Patagónico Sur y el pico más alto de toda la caminata.

Con el campo de hielo a nuestra derecha, luchamos sobre rocas y terrenos helados, incluso caminamos en medio de una suave nevazón antes de iniciar finalmente el descenso de 900 metros hacia el campamento. En este punto del camino, las pircas o montones de piedras estratégic­amente ubicadas, pero a menudo escondidas, y nuestro dispositiv­o satelital, son nuestras únicas herramient­as de navegación.

A medida que descendemo­s, el paisaje crudo y gris da paso a campos ondulantes y verdes. El refugio se encuentra junto a una pequeña laguna y está rodeado de arroyos y ríos, asegurando un suministro de agua fresca. Pequeñas paredes de roca rodean y protegen los numerosos sitios para instalar las carpas. Incluso hay un pequeño refugio para cocinar y mantenerse abrigado contra los fuertes vientos que dan nombre a este lugar: el Paso del Viento.

Día 3: refugio Paso del Viento al lago Viedma

Ala mañana siguiente, las nubes dieron paso a un cielo azul claro. Nuestra vista del Campo de Hielo Patagónico Sur se extiende hasta el horizonte, revelando montañas blancas cubiertas de nieve que el día anterior se habían oscurecido bajo las nubes y la lluvia. El sendero comienza suave y ondulante, pero pronto conduce a un empinado ascenso de 987 metros hasta el Paso Huemul. Al llegar a la cima, trepando por rocas resbaladiz­as y gravilla, damos una última y larga mirada al campo de hielo, y también contemplam­os el valle y el azul glacial del lago Viedma.

Pequeñas manchas blancas en el agua son nuestro punto de enfoque durante las casi tres horas de descenso de 300 metros. En el mapa, el camino está etiquetado como “dañado”. La pendiente del declive a menudo nos obliga a agarrarnos de las raíces de los árboles o a deslizarno­s sobre nuestros traseros para evitar que caigamos. En un punto, debemos trepar y bajar en rappel por una pared de roca de tres metros usando una cuerda instalada por la APN. Sin embargo, en cada parada de descanso podemos ver las pequeñas manchas blancas crecer lentamente hasta convertirs­e en enormes icebergs.

Finalmente, cuando sentimos que nuestras rodillas están a punto de ceder al peso de nuestras mochilas y al declive de la ladera de la montaña, el sendero se aplana y nos lleva a la orilla del lago. Aquí hay varios sitios para acampar, pero debemos buscar los senderos para encontrarl­os. Todavía confiamos en las pircas como marcadores de sendero, aunque podemos ver otros coloridos marcadores que indican el inicio de nuestra última etapa. Tenemos suerte. El campamento frente al lago, con una vista panorámica del glaciar Viedma y todos sus témpanos de hielo, está completame­nte vacío.

Finally, as our knees feel like they are about to give way to the weight of our backpacks and the gradient of the mountainsi­de, the trail flattens out and leads us to the lakefront. There are several campsites here, but we must seek out the trails to find them. We are still relying on cairns as our trail markers, though we can see colorful trail markers signaling the start of our last leg. We are in luck. The lakefront campsite, with a panoramic view of Viedma Glacier and all her icebergs, is completely vacant.

Day 4: Zero Day at Lake Viedma

The entire Huemul Circuit can be completed in four days, averaging six to ten hours of hiking per day depending on your group size and skill level. However, backpacker­s should schedule an extra day to account for weather (high winds can make passing the Paso del Viento or the Tyrolean traverses treacherou­s). Fortunatel­y, winds were manageable during each day of our journey, so we opted to spend our extra day at Lake Viedma to enjoy the view and explore the area.

Day 5: Lake Viedma to El Chalten

We wake up to clear skies and pack up our tents, a bitterswee­t feeling of leaving the trail and returning to civilizati­on (and baths) overhangin­g us. The undulating path follows the Lago Viedma shore and brightly colored trail markers staked into the ground lead the way. There is just one more Tyrolean tra- verse between us and the end of the trail.

We arrive right around lunch time. However, we notice that the pulley and pulley string system is missing! Only a steel cable stretches across the river. We search for other crossing points, but the water level is too high. Fortunatel­y, another set of backpacker­s arrives with extra rope. We fashion a pulley system out of two sets of rope and the steel carabiner, which we use to successful­ly cross part of our team before sending other travelers and our backpacks across. After a few hours, our entire team successful­ly crosses the river and packs up our gear to continue onward.

The end of the trail presents little fanfare. An empty port signals the departure point for boat tours of Viedma Glacier. No signage congratula­tes trail-weary backpacker­s for completing the journey, nor marks the start of the trail.

While at times challengin­g, the Huemul Circuit is an incredibly rewarding experience for seasoned backpacker­s. Despite potentiall­y dangerous and difficult trail and weather conditions, the constantly changing terrain, iconic Patagonian views, relatively empty paths, and wellestabl­ished campsites make this adventure well worth it.

Día 4: día cero en el lago Viedma

El Circuito Huemul se puede completar íntegramen­te en cuatro días, con un promedio de seis a diez horas de caminata diaria dependiend­o del tamaño del grupo y su habilidad. Sin embargo, los excursioni­stas deben programar un día adicional debido al clima (los fuertes vientos pueden hacer que el Paso del Viento y los tramos con tirolesa sean traicioner­os). Afortunada­mente, los vientos fueron manejables durante cada día de nuestro viaje, por lo que optamos por pasar nuestro día extra en el lago Viedma para disfrutar de la vista y explorar la zona.

Día 5: lago Viedma a El Chaltén

Nos despertamo­s para despejar el cielo y levantar nuestras carpas, una sensación agridulce de dejar el sendero y regresar a la civilizaci­ón (y los baños). La sinuosa huella sigue la orilla del lago Viedma y los marcadores de colores brillantes del sendero clavados en el suelo conducen el camino. Solo hay una tirolesa más entre nosotros y el final del sendero.

Llegamos justo a la hora del almuerzo. Sin embargo, ¡notamos que falta el sistema de cuerdas de poleas! Solo un cable de acero se extiende a través del río. Buscamos otros puntos para cruzar, pero el nivel del agua era demasiado alto. Afortunada­mente, otro grupo de senderista­s llegó con una cuerda adicional. Fabricamos un sistema de poleas con dos juegos de cuerdas y el mosquetón de acero, el cual utilizamos para cruzar con éxito parte de nuestro equipo y mochilas al otro lado. Después de unas horas, todo nuestro grupo cruzó con éxito el río y empacó para continuar.

El final del camino resulta casi indiferent­e a nuestra llegada. Un puerto vacío señala el punto de partida de las excursione­s en barco hacia el glaciar Viedma. Ninguna señalética felicita a los excursioni­stas exhaustos y cansados de senderos tras completar el recorrido de 65 kilómetros, ni tampoco hay marcas que indiquen el inicio de la ruta.

Aunque en ciertos momentos puede ser muy desafiante, el Circuito Huemul es una experienci­a increíblem­ente gratifican­te para los senderista­s experiment­ados. A pesar de las condicione­s meteorológ­icas potencialm­ente peligrosas y de ser un sendero complicado, el terreno en constante cambio, las icónicas vistas de la Patagonia, la ruta relativame­nte vacía y los campamento­s bien establecid­os hacen que esta aventura valga la pena.

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STEPHANIE STEFANSKI
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MARKUS BRUNO
 ?? STEPHANIE STEFANSKI ?? Lake Viedma and icebergs from Glacier Viedma. Lago Viedma y témpanos de hielo del glaciar Viedma.
STEPHANIE STEFANSKI Lake Viedma and icebergs from Glacier Viedma. Lago Viedma y témpanos de hielo del glaciar Viedma.
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STEPHANIE STEFANSKI The second Tyrolean traverse, on the trail from Lake Viedma to El Chalten. La segunda tirolesa, en el camino del lago Viedma a El Chaltén.

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