Reeditan polémica biografía de Donald Trump: “Perfil de un vendedor de humo”
Retrata al candidato presidencial de EEUU cuando era un personaje de Nueva York. “No tiene vida interior”, concluyó el periodista Mark Singer
Cuando Marla Maples, la segunda esposa de Donald Trump, se separó de él en 1997, Mark Singer, el periodista que lo siguió durante varios meses para escribir un perfil encargado por su editora del “The New Yorker”, no vio venir el hecho. Y como él mismo explica en la reedición de su trabajo “Trump and Me” titulado en español “El show de Trump”, fue ese el momento que le permitió cerrar el círculo y terminar el perfil del personaje.
Un círculo que pasa por las excentricidades, fijaciones y obsesiones de un hombre de negocios que se entendió como una marca y se vendió como una marca siempre, según describe el libro. Tanto cuando tuvo que entrar a pelear en el ring de los grandes boxeadores de los negocios neoyorkinos como de los pesos pesados de la política estadounidense.
Trump es descrito en el perfil como engreído, arrogante, incapaz de entender ironías y con un concepto de sí mismo totalmente irreal. Sus numerosos fracasos en negocios no le impide considerarse excepcional y reinventar su show para ser tremendamente atractivo a la vez que repugnante. Como pasa en la campaña presidencial de este año, representando un modo de ser y de estilo de vida identificable.
A lo Madonna
“En el fondo, quiere ser Madonna”. Esa frase, dicha a Singer por un analista financiero es la que funciona muchas veces como idea fuerza del texto. Y es la que puede explicar muchos comportamientos, dichos y salidas de madre de Donald Trump: un “showman” experto en montar “performances” en donde las diferencias entre lo superficial y lo profundo se hacen difusas, a la vez que arra- sa con todo lo que tiene por delante, sea quien sea, con un resentimiento y al mismo tiempo con un aire de superioridad que pueden confundir.
El círculo de Singer se cerró cuando, el día en que Maples y Trump se separaron, el periodista fue al piso 26 de la Trump Tower de Nueva York y lo vió tan compuesto y tan plástico como siempre. “Ahí vi que simplemente no tiene vida interior”.