NACE OTRA LEYENDA DEL GRUNGE
Impacto mundial provocó ayer la muerte del líder de la banda Soundgarden, Chris Cornell.
Con una banda en su cuello. Así fue encontrado Chris Cornell la noche del miércoles tras hacer su último show en el Fox Theater de la ciudad de Detroit. El músico estadounidense tenía 52 años y acababa de presentarse con Soundgarden, la banda que fundó en
1984 y lo ayudó a convertirse en uno de los músicos más respetados en el mundo del rock en las últimas tres décadas. Lamentablemente, tuvo un trágico fin como otros reconocidos vocalistas de bandas grunge, como Kurt Cobain de Nirvana, Layne Staley de Alice in Chains y Andrew Wood de Mother Love Bone.|
El cantante y multi-intrumentista, quien nació el 20 de julio de 1964 en la ciudad de Seattle, partió su carrera musical al crear Soundgarden junto al guitarrista Kim Tahill y el bajista Hiro Hamamoto. El grupo editó su primer trabajo (“Ultramega OK”) en
1988, ayudó a definir al so- nido del grunge, con trabajos como “Louder than love”
(1989), “Badmotorfinger”
(1991) y los muy vendedores “Superunknown” (1994) y “Down on the upside” (1996). Un éxito comercial y de crítica que llegó de la mano de singles como “Rusty cage”, “Black hole sun” y “Burden in my hand”, entre otras canciones.
Fue durante la pausa de esta banda que el cantante aprovechó de explorar su trabajo como solista el año 1999 con “Euphoria morning”, “Carry on” (2001), “Scream”
(2009) -su trabajo más cercano al pop y a la música de raíces negras- “Songbook” de
2011 y “Higher truth”, edita- do hace dos años. Entre sus hitos consiguió una marca de la cultura pop: hacer el tema central de la entrega de 2006 de la saga Bond, “You know my name”.
En paralelo fue fundador de Audioslave, el supergrupo formado con miembros de Rage Against the Machine. Con esta nueva banda grabó tres discos: el homónimo debut de 2002, “Out of exile”
2005 y “Revelations”, editado al año siguiente.
En estos últimos años, el músico se había dedicado a salir de gira y grabar con Soundgarden, con quienes se reunió oficialmente en 2010 para luego grabar el disco “King animal” en 2012, además de promocionar “Higher truth” e incluso salir de gira con Temple of the Dog, la banda formada por miembros de Pearl Jam y Soundgarden como tributo al fallecido líder de Mother Love Bone que editó un único disco en
1991. A pesar de estar natural- mente dotado de una gran voz, Cornell tomó clases de canto tanto a principios de los años 90 como más adelante en su carrera. De hecho, trabajó por años junto a Ron Anderson, el coach vocal de cantantes como Alicia Keys, Janet Jackson y Mary J. Blige. Gracias a este cuidado y entrenamiento, el músico consiguió tener un privilegiado rango que alcanzaba casi las cuatro octavas. Además, esto le permitió ampliar su repertorio acercándose a otros sonidos más cercanos a las voces negras del rythm and blues, el pop y también el soul.
En lo personal, Cornell estaba casado en segundas nupcias con Vicky Cornell, con quien tenía una fundación para ayudar a niños que viven en la pobreza, y tenía tres hijos.
A pesar de ser respetado en el mundo musical y contar con fama entre sus segui- dores, su carrera terminó de modo sorpresivo y abrupto la noche del miércoles, en lo que ayer se confirmó como suicidio. Esto, a pesar de que su mujer aseguró que no estaba deprimido. Es más, horas antes de su muerte, Cornell aprovechó para saludar a fans e incluso firmar discos, como algunos seguidores compartieron en redes sociales.
Pero tampoco se debe olvidar que su vida estuvo marcada por las adicciones, que, según él mismo contó, comenzaron a los 13 años, y el suicidio era un tema familiar entre las letras y nombres de sus canciones, ya fuera con ejemplos como “Like suicide” o “Pretty noose”.