TRINI DE LA NOI NO QUIERE IRSE DE CHILE
“No dejo que nadie me pase a llevar” Con sólo 19 años se pasea por pasarelas, revistas y campañas internacionales, pero no quiere establecerse en el extranjero. Visualiza un futuro viajando constantemente para no dejar a su familia, su cable a tierra
Gracias a su carisma, altura envidiable y rostro de proporciones perfectas para la industria de la moda, se transformó en la modelo más destacada de nuestro país. Sus primeros pasos los dio a los 14 años en la agen- cia Elite Model Chile. Ganó el concurso nacional, se posesionó en el segundo lugar del certamen internacional en Shanghai y ya pisó las pasarelas del Fashion Week de Nueva York y Milán. ¡Tiene sólo 19 años!
En sus pocos momentos libres le gusta pintar y dibujar y muchos le aconsejan que estudie diseño de vestuario. “No sé todavía si inclinarme por diseño para crear mi propia colección, o periodismo. Me queda tiempo todavía para decidir. Planifico estudiar en tres años más. ¡Me da lo mismo ser la ´mamá mechona´ de la universidad!”, comenta.
Ahora está enfocada en su trabajo como rostro de marcas –por ejemplo, Pantene y M.A.C–, constantes desfiles y shootings editoriales. A diferencia de otras modelos de pasarela es además bastante conocida en TV gracias a algunas apariciones. No le teme a la cámara, pero por ahora no pretende trabajar en ese formato, aunque no descarta nada. “Voy porque me llaman para preguntarme sobre mi carrera, pero nunca me verán en un escándalo, porque no soy muy loca”.
¿Qué pasó con ese sueño de convertirse en un “ángel” de Victoria’s Secret? El 2016 no quedó entre las seleccionadas, este año la volvieron a llamar para el casting, pero no pudo viajar. “Estaba súper organizada para octubre, pero al final se hizo en agosto, había perdido mi pasaporte con la visa de trabajo para Estados Unidos, así es que no alcancé. Mala suerte, pero todo pasa por algo, no me amargo. Es mi sueño estar ahí, porque es lo más alto a lo que puede llegar una modelo”.
¿Qué mitos sobre las modelos te parecen sin sentido?
- Que no comen, que somos anoréxicas. Como de todo y no hago nada de dieta. De hecho soy mala para las ensaladas y amo las pastas. Dentro del mundo de las modelos hay de todo, pero como en todas las profesiones. Cuando vivía en Nueva York muchas comían sólo lechuga, pero no todas se cuidan tanto. También me carga que digan que las modelos somos tontas. ¿Antes de ser modelo era inteligente, y ahora soy tonta? Lo encuentro una tontera demasiado grande.
¿Alguien te lo ha dicho?
- ¡No, estai loca! Me lo llegan a decir..., ¡que alguien se atreva a decírmelo! En general toda la gente que me sigue en las redes (@trinidaddelanoi) me dice puras cosas buenas. Dos veces al año alguien me escribe algo mala onda desde un Instagram falso, personas envidiosas, pero no pesco esos comentarios.
¿Tienes filtro?
- Mira, si me entero que dices algo malo de mí, iré a preguntártelo de frente. No me puedo que- dar callada con lo que siento. Voy con las cosas siempre de frente, es lo más sano. No dejo que nadie me pase a llevar, ni a mí ni a mis seres queridos. No me voy a quedar callada, siempre voy a defender lo que es mío. Prefiero defenderme a que alguien lo haga.
¿Eres una mujer segura?
- Sí, soy súper segura de mis capacidades, de lo que puedo llegar a ser. Pienso que quiero hacer tal campaña, y no dudo que algún día la haré. Más que segura, soy muy positiva. Si alguien tiene que hacerlo, ¿por qué no puedo ser yo?
¿Tu mamá se preocupó de cultivar esa seguridad?
- No sé por qué, la verdad. Mi mamá se ríe porque le digo que lograré las cosas. Si bien cree que lo puedo hacer, se pone el parche antes de la herida, “está bien que lo quieras lograr, pero igual no te frustres si no”. En general todas las metas que me he puesto las he cumplido, de forma lenta pero segura. Todo lo que he hecho y lo que tengo no apareció de un momento a otro; llevo cinco años trabajando en esto.
¿Pero alguna vez te insegurizas?
- A veces estoy en un casting y pienso que quizás no quedaré. En el Elite Model Look, en Shanghai, durante tres días pensé que eran todas súper altas, súper flacas, súper lindas, y yo era la más normal dentro de todos esos palitroques. Pensé que era imposible ganar, y me sentí insegura. Al final le dije a mi mamá que quizás podría ganar, porque alguna tenía que hacerlo. Y salí segunda. Pero sí, también paso por momentos de inseguridad.
“Me cargan que me digan que las modelos somos tontas. ¿ Antes de ser modelo era inteligente y ahora soy tonta?”