Una de cada 3 personas usó al menos una licencia médica Licencias por depresión
El año pasado, las enfermedades mentales y osteomusculares continuaron siendo las principales causas
PABLO CONTRERAS un 3,7% las de 2015 cuando alcanzaron los 4,7 millones.
De ese total, un 71% corresponde a cotizantes de Fonasa y 29% de Isapres, creciendo 6,6% y 4,3% respecto del año anterior, respectivamente.
A la hora de los diagnósticos, lideraron enfermedades mentales, osteomusculares (como lumbago) y respiratorias (59%). Mientras las primeras representan el 20 y 24% en isapres y Fonasa, respectivamente, las segundas representan el 15 y 23%, y las terceras son la causa del 20 y 13% de los permisos médicos otorgados.
En tanto, respecto del nivel de rechazo, las isapres concentran el mayor porcentaje con un 15,7%, respecto al 5,4% de Fonasa.
El reporte, además, señala que en 2016 el sistema en su conjunto pagó un total de $1.093.442 millones por concepto de subsidios por incapacidad laboral, 7,4% real más que el año anterior. Un dato que llama la atención es que de las licencias tramitadas por enfermedades mentales, la mayoría corresponde a depresión (47% en Fonasa y 27% en isapres), concentrándose en tramos de edad de 25 a 44 años.
Al respecto, Diego Pérez, académico de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Universidad San Sebastián, indica que aunque no es la única, una manera de explicar esto es a partir del cambio de mentalidad generacional.
“En los tiempos de hoy la insatisfacción laboral tiene un efecto más nocivo en las personas, lo que permitiría explicar fenómenos como la alta rotación laboral y un mayor número de enfermedades de índole sicológico”.
Por otro lado, el informe entregado por las autoridades de salud indica que la tasa de uso de licencias médicas alcanza un promedio de 84,2 en el total del sistema, lo que para Héctor Sáchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (Unab) es muy alta.
“Yo creo que la tasa de ausentismo laboral con estos números que se están planteando debiera ser muy alta con el consiguiente perjuicio económico para el país”, sostiene.