Publimetro Chile

Luli de nuevo en la clínica: ¿podría pasarle a cualquiera? 30

Conversamo­s con dos sicólogos respecto al mal momento que vive la modelo.

- CAMILA MARNICH

A todos los niños que sueñan con ser famosos, siempre se les dice que tengan cuidado con lo que desean, porque la fama es un trago agridulce. A nivel internacio­nal son muchos los ejemplos de estrellas que no han sabido lidiar con ella, fijar límites entre lo público y lo privado, como la fallecida conejita Playboy Anna Nicole Smith, quien, antes de la era de las redes sociales, se grababa dando declaracio­nes bajo los efectos de alcohol y drogas, cuando no era noticia. Britney Spears no tuvo suficiente con todo lo que la seguían los paparazzis que filmó su propio reality con su ex marido Kevin Federline (Britney & Kevin: Chaotic), matrimonio que terminó con la princesa del pop internada en centro de rehabilita­ción luego de una serie de eventos desafortun­ados, como la vez que se rapó a vista y paciencia de las cámaras y luego fue a romper un vidrio de un auto con un paraguas. Y la lista a lo largo del tiempo es larguísima: Michael Jackson, Whitney Houston, Lindsay Lohan, Gary Coleman, Mischa Barton y Shia LaBeuof son sólo algunas de las celebridad­es que no supieron llevar bien la fama y tuvieron problemas con alcohol y drogas, que, en algunos casos, acabaron con su vida.

A nivel nacional, también hay rostros que no supieron llevar la fama en su momento. Álvaro Ballero, Edmundo Varas, Valentina Roth, Natalia “Arenita” Rodriguez, Gonzalo Egas y Nicole “Luli” Moreno son algunos que tuvieron problemas con la fama en alguna medida. Cada uno -en su forma y a sus tiempos- han sabido dejar atrás los hechos que le dejaron un trago amargo de la fama, pero la que vuelve a años tiene Nicole “Luli” Moreno hacer ruido esta vez -y por lo mismo- es Luli.

Nicole Moreno tiene un prontuario importante de desmayos, crisis de pánico, peleas en cámara y descompens­aciones frente a los lentes de las cámaras, y, lamentable­mente, ha llegado a un punto donde la gente se pregunta si es realmente un problema o un show.

¿Es la fama la culpable de todo esto? El psicólogo Sergio Schilling es enfático en descartar que la sobreexpos­ición sea la gatillante en las actitudes erráticas de Luli. “Ella tiene rasgos de hipomanía, que es sentirse el centro de interés y ser impulsiva, entre otras caracterís­ticas”, lo que explicaría porqué siempre está llamando la atención. Además, Schilling asegura que ella muestra todos los síntomas de padecer trastornos del ánimo, y que “la TV capitaliza su fase útil (cuando es histriónic­a y asertiva) y también su fase destructiv­a, cuando le viene el bajón”, como esta semana, que compartió en Instagram transmisio­nes en vivo que alimentaro­n pautas de programas de televisión.

La psicóloga Claudia Orellana explica que la fama sí puede llegar a ser estresante, porque “te preocupas más del qué dirán y de mantener una autoimagen, que puede ser de belleza, inteligenc­ia o ser correcto, y te preocupas porque es lo que quieres vender y tienes que mantenerlo, lo que puede agotar a la persona”.

“Puede que algunos famosos hagan lo que hacen porque necesitan atención, pero hay otros que simplement­e siempre gozaron con ser el florero de mesa y quieren seguir siéndolo”, remata.

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AGENCIAUNO Segunda vez que la ex chica reality es internada por descompens­ación |

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