Maduro, el invitado de piedra de América
contra Venezuela y la revolución bolivariana”, aseguró.
Por su parte, la primera ministra de Perú, Mercedes Aráoz, respondió al mandatario venezolano. Dijo que “no puede entrar ni al cielo peruano” y que no es bienvenido en el país.
“Si el señor Nicolás Maduro insiste va a tener que responder a muchas preguntas no solamente de los peruanos, sino de los ciudadanos venezolanos en el Perú, que pasan los 100 mil y que han huido del hambre y del atentado contra sus derechos humanos fundamentales”, dijo.
Éste no es el único desaire que se le hizo al presidente venezolano ayer. El gobierno de Juan Manuel Santos desmintió haber enviado una carta a Maduro para invitarlo a una conversación sobre “unos temas de interés mutuo”, tal como había anunciado Maduro el miércoles. La carta estaba dirigida a todos los presidentes de la región para “trabajar juntos” por el medio ambiente. Han pasado 3 mil años desde su muerte y recién los científicos lograron resolver por qué la llamada “momia que grita” tiene esta espantosa expresión en su rostro.
Lo primero que se confirmó es que los restos corresponden al príncipe Pentewere, condenado a morir ahorcado por su responsabilidad en la muerte de su padre Ramsés III; quien gobernó en el siglo XII, a. C.
Según las declaraciones que entregó el egiptólogo Zahi Hawass a las revista Al-Ahram Weekly, no sólo la expresión de la momia revelaba algo extraño, sino las condiciones en las que fue encontrada.
“La encontramos cubierta de piel de oveja. En la mente del antiguo egipcio cubrirse con piel de oveja significaba que no estaba limpio, que hizo algo malo en su vida”, explicó.
La momia estaba sin un marcador en su tumba y también se encontraba atado de pies y manos. De acuerdo a la tradición, este marcador le permitiría encontrar su camino en el más allá. No tenerlo sería una suerte de castigo.
Los restos del príncipe están siendo exhibidos en el Museo Egipcio del Cairo, junto con otros elementos nunca antes mostrados.
“Por alguna razón hubo un intento de asegurarse que no tenía vida después de la muerte, y en otro intento, alguien se preocupó por su vida en el más allá”, dijo el especialista.