Japón pasó por “juego limpio”

La clasificación de Japón a octavos puede calificarse como vergonzosa. Valiéndose de tener menos amarillas que Senegal, la selección a la que le estaban ganando el cupo para la siguiente ronda por el juego limpio, los nipones no tuvieron escrúpulo alguno para hacer tiempo y así “aguantar” una derrota por 1-0 ante Polonia. Tocando para el lado, el equipo asiático completó los 94’ de “acción” y avanzó.

Los japoneses sabían desde un inicio que un empate los clasificaba a octavos, pero eso no había sido impedimento para empezar el encuentro creándose ocasiones de gol. Un arranque que duró poco y que llevó el partido a un abismo de aburrimiento. Japón entendió que no necesitaba arriesgar ante una selección polaca que no mostraba mucho y resguardarse en su terreno parecía lo mejor.

Pero todo plan puede tener fallos y así les pasó a los nipones. A los 59’, Jan Bednarek anotó la apertura del marcador para Polonia y el resultado, sumado al empate que estaban cosechando Colombia y Senegal, dejaba a los japoneses fuera. Eso, hasta que Yerry Mina convirtió para los cafeteros y ayudó a los asiáticos a clasificar a octavos por tener menos amarillas que los africanos.

Sabiendo estos resultados, los japoneses terminaron haciendo tiempo, tocando para el lado, parados en la cancha y cuidándose de las faltas. Así, perdiendo 1-0 ante Polonia y completando cuatro unidades, los nipones aseguraron el segundo lugar del Grupo H.

Paradojas del manoseado Fair Play.