A DECLARAR COMO IMPUTADO
Ayer comenzó a configurarse uno de los peores escenarios para la Iglesia Católica chilena, sacudida por una seguidilla de graves denuncias
El cardenal Ricardo Ezzati fue citado, en un hecho histórico, a declarar por eventual encubrimiento en casos de abusos investigados por la Fiscalía Regional de O’Higgins. La fecha es el 21 de agosto próximo. El actual arzobispo de Santiago declaró ayer que “como ciudadano, cumpliré con mi deber”
“Tengo la convicción de que nunca he encubierto ni he obstruido a la justicia” Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago
Las señales desde el Ministerio Público se habían multiplicado desde hace una semana, cuando el propio fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, admitió que en casos de abusos cometidos por miembros de la Iglesia Católica “se podría configurar” encubrimiento.
Siete días después se concretó súbitamente uno de los peores escenarios para el episcopado chileno, golpeado por una sucesión de denuncias y mientras se mantiene bajo la mirada vigilante del Papa Francisco desde la histórica reunión en el Vaticano en mayo pasado.
Ayer, el Arzobispado de Santiago confirmó que el cardenal Ricardo Ezzati, fue citado a declarar en calidad de imputado “por la even- tual responsabilidad que podría caber en el delito de encubrimiento”, según reconoce un comunicado liberado ayer, pasadas las 18:00 horas.
La citación fue fijada por la Fiscalía Regional de Rancagua para el próximo 21 de agosto, consigna la nota.
El documento también contiene una declaración hecha por el propio arzobis- po capitalino. “Reitero mi compromiso y el de la Iglesia de Santiago con las víctimas, con la búsqueda de la verdad y con el respeto a la justicia civil”, afirmó.
“Tengo la convicción de que nunca he encubierto ni he obstruido a la justicia, y como ciudadano cumpliré con mi deber de aportar todos los antecedentes que contribuyan a esclarecer los hechos”, agregó el cardenal Ezzati.
La notificación al arzobispo de Santiago fue conocida sólo un día después que el Ministerio Público entregara una estremecedora estadística del número de casos de presuntos abusos indagados hasta ahora.
Las cifras entregadas por el fiscal Luis Torres consignaban que 158 integrantes de la Iglesia Católica chi- lena, entre obispos, sacerdotes y laicos, están siendo investigados por casos que abarcan el período entre 1960 y la actualidad.
El total de víctimas hasta ayer llegaba a 266 personas. De ellas, al menos 178 son menores de edad.
La propia Conferencia Episcopal ratificó que, hasta ayer, 43 miembros de la Iglesia Católica habían sido ya condenados por abusos.
El reporte del Ministerio Público también mencio- naba cinco casos de posible encubrimiento u obstrucción que involucran a “superiores de congregaciones u obispos a cargo de una determinada diócesis”, como había advertido el fiscal Luis Torres.
Ezzati ya había presentado su renuncia a la dignidad de arzobispo de Santiago en diciembre de 2016, debido a que al año siguiente sobrepasaba el límite de 75 años de edad para desempeñar ese rol. No obstante, el Papa Francisco lo mantuvo en el cargo.
Su nombre también se contó entre los obispos que el 18 de mayo pasado pusieron sus cargos a disposición del Pontífice. El Papa hasta ayer había aceptado las dimisiones de cinco integrantes del episcopado, aunque no la de quien hasta ayer figuraba como cabeza de la arquidiócesis capitalina.