Chile se vuelve a sumar a tendencias “top” en viviendas sociales en el mundo
Pasamos revista a los proyectos más innovadores en este tipo de edificaciones que ayudan a la inclusión social
Innovación. Este es el concepto más visible en los proyectos de viviendas sociales alrededor del mundo. Optimización de espacio y adecuarse a las nuevas necesidades también son factores importantes. Revisando proyectos alrededor del mundo, nuestro país no se queda atrás.
Conversamos con Isabel Matas, urbanista, arquitecta de la Universidad Católica y académica de la Universidad Mayor. Para ella, nuestro país ha contado desde hace tiempo con modelos innovadores de viviendas sociales. Siendo las obras de Alejandro Aravena “una clara prueba de ello”. Recordemos que el arquitecto nacional fue ganador el año 2016 del premio “Pritzker”, conocido como “el Nobel de la arquitectura”. Galardón que obtuvo precisamente por dise- ños de viviendas sociales.
“Las viviendas sociales por norma en Chile son pequeñas. Sin embargo, en los diseños de Alejandro se vio innovación y optimización de los espacios. Lo positivo, es que últimamente hemos visto otros proyectos sociales que van por sobre la norma, otorgando viviendas más dignas y adecuadas para los grupos familiares que vivirán allí”, explica la especialista.
En Europa es común ver edificios que se acercan al proyecto del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, en la Rotonda Atenas. Uno es la Torre Plaça Europa, de Roldán +Berengué en Barcelona. Este proyecto de 2010 considera una serie de departamentos en un edificio moderno, con atractivos ventanales y lugares para la comunidad.
Pero respecto a proyectos de casas (no departamentos) tampoco nos quedamos atrás. De hecho, los proyectos “Villa Verde” y “Quinta Monroy” de Alejandro Aravena, han sido destacados en varios medios internacionales.
Sin embargo, para la especialista, la revolución más importante en la materia es desde un aspecto sociológico. “Lo que planteó el alcalde Joaquín Lavín es una gran revolución en este tema. Al llevar las viviendas sociales a zonas integradas con transporte cercano, colegios y no en espacios segmentados, se le abren nuevas posibilidades a esas familias”, añadió.
“El diseño de las viviendas sociales, más allá de sus metros cuadrados, era injusto por su ubicación”, señala la urbanista. “Al plantear una vivienda de integración, donde convive la clase media con personas de menos recursos, abres las puertas para que puedan salir de esa situación de vulnerabilidad”, añade.
Según la especialista, el Ministerio de Vivienda muetra la intención de seguir en esta línea. Los proyectos actuales estarían considerando más metros cuadrados en las viviendas sociales. “Lavín puso el tema sobre la mesa, y esto va a involucrar un cambio cultural”, resalta.