Cañas y final de “Perdona nuestros pecados”: “Algunos van a quedar así como ‘¿qué onda’?”
El actor que da vida a Horacio Moller en la nocturna, destaca hoy en la obra “Morir de amor”, la que sumó tres nuevas funciones
Ha sido un gran año para Gabriel Cañas. Desde que encarna a Horacio Moller en la teleserie nocturna de Mega “Perdona nuestros pecados”, su actuación como el esposo de María Elsa (Mariana Di Girolamo) solo le ha traído buenos comentarios. Un trabajo que se extendió por casi dos años, y que hoy vive su recta final en pantalla.
Con la grabaciones ya finalizadas, Cañas reconoce sentir “satisfacción personal de haber terminado la carrera bien”. “Una teleserie, aunque sean ocho meses de grabación, siempre es un trabajo de paciencia, de tolerancia. Hay que estudiar mucho. Fue un desafío súper grande de resistencia y voluntad que hay que poner-
le. Lo digo por todo el equipo. Desde producción para abajo. Todos pusieron un nivel de rigor la raja. Terminamos felices todos”, cuenta.
Sobre el final de “Perdona nuestros pecados” asegura que “va a haber muchos que van a quedar felices y otros que van a quedar así como ‘qué onda, cómo pasó eso’. Es imposible darle el gusto a todos. Todos empalizan con distintas historias y personajes”.
La extensión de la nocturna hizo que Gabriel Cañas tuviera que retrasar distintos proyectos personales, por lo que tomó la decisión de no involucrarse en proyectos televisivos durante el segundo semestre. En este periodo terminará de grabar dos películas y una gira con Bonobo, su compañía de teatro, por Holanda, México y Brasil. Además se va con otro proyecto a China, Japón y Corea.
Pero antes, sigue recolectando elogios con “Morir de amor” la obra de teatro musical que rinde homenaje a los melodramas televisivos que sumó tres nuevas funciones este viernes 24, sábado 25 y domingo 26 de agosto en el Teatro Nescafé de las Artes. “Lo que más me tiene contento de la recepción de la gente es que al salir del teatro salen muy
contentos. Y eso me hace mucho sentido como artista. Estar entregando felicidad es muy bacán”, cuenta.
En este montaje vuelve a destacar por su habilidad cantando, la misma con la que sorprendió en el musical “Mercury, la leyenda”. “No creo que sea una necesidad de los actores cantar. Lo bueno es que el campo se ha abierto para que
se de todas esas cosas. Antes el teatro era más restringido en sus posibilidades. Hoy hay público para todo y talento para todo. En Chile hay muchos actores que cantan y que bailan muy bien. Sin duda uno ha tenido la posibilidad de mostrarse más”, dice Cañas.
Pero su inquietudes musicales van más allá de los musicales. Hace dos años que tiene
una banda, la que por tiempo no ha podido desarrollar de la manera que le desea. “Me gustaría potenciar la banda como grupo y no yo como cantante. Tengo unos músicos a todo nivel”, expone sobre esta agrupación que todavía no tiene nombre. “Es bien loco porque llevamos más de dos años tocando en millones de lugares… Partimos en matrimonios y hemos hecho una gira por todo Chile y no tenemos nombre. Lo cambiamos todos los días cuando nos invita un productor a algo”, cuenta entre risas.
El grupo toca covers de The Beatles, Queen y Led Zeppelin, pero sus gustos musicales son más amplios.
“Lo que me define más como cantante es que soy melómano. Me gusta mucho la música, las melodías. En los musicales me ha tocado muchos estilos diferentes en donde uno tiene que entender y desarrollar. Me he vuelto un cantante súper camaleónico. Eso me ha llevado a perderme en qué me gusta a mí”, sentencia.