Lo que no puede fallar
- Ojo con la extensión: un buen currículum debe contener toda la información importante en un máximo de dos páginas. Saber elegir entre las cosas más relevantes de cara al trabajo que estás buscando es fundamental para hacer un buen resumen y entregar los datos precisos que el empleador necesita.
- El orden lo es todo: si tienes más de cinco años de experiencia laboral, lo primero que debes resaltar es tu trayectoria y los cargos que has ejercido. De lo contrario, si acabas de egresar, debes priorizar tu formación/educación, para luego referirte al aspecto profesional.
- Atención a la descripción inicial: los reclutadores suelen prestar especial atención al primer párrafo que resume quién eres y qué buscas. Esta es la instancia perfecta para presentarte, describir tus principales características y demostrar que eres el candidato ideal para el puesto de trabajo.
- Manejo de idiomas: si bien el inglés es una habilidad cada vez más requerida en las empresas, manejar cualquier otro idioma es un gran plus que todo profesional debe destacar en su currículum. Si tienes certificados ¡incluso mejor! Sea avanzado, intermedio o básico, no dudes en escribirlo.
- Destaca tus logros: no siempre es necesario exponer cada trabajo que has hecho en las compañías donde has estado, pero sí los logros que generaron un impacto real y positivo, ya sea en términos de retorno, ventas, organización de equipos, clima laboral o proyectos concretos.
- ¡No olvides los datos de contacto! Puede parecer obvio, pero recuerda escribir la información que el empleador necesita para contactarse contigo. Además de tu teléfono, puedes poner un correo electrónico.