El pasado violento del sospechoso en el crimen del profesor
Denuncias de dos parejas distintas tiene Francisco Silva, acusado, junto a la ex mujer de la víctima, del homicidio de Nibaldo Villegas
“Agredió a su cónyuge tomándola del pelo, para luego lanzarla al suelo y propinarle golpes de puño en la cara”. Esto figura en un documento presentado por la fiscal Paola Castiglione al Juzgado de Viña del Mar en 2013, en el cual se acusa de violencia intrafamiliar a Francisco Silva, el imputado por el asesinato de Nibaldo Villegas.
El hombre fue detenido el miércoles junto a su pareja, Johanna Hernández, la ex esposa del profesor que fue víctima de un brutal crimen.
Según informa La Segunda, el auxiliar paramédico cuenta con denuncias por violencia de parte de dos anteriores parejas, además de ser sorprendido robando en supermercados.
En enero del 2011 fue acusado por primera vez, decretando el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago una orden de alejamiento, la cual se extendía por un año pero que finalmente duró un mes, ya que la propia acusada pidió mediante una carta levantar la sanción.
“Hemos llegado a un acuerdo de palabra, en donde existen sentimientos de por medio y queremos seguir con nuestra relación”, señalaba la misiva.
Dos años después fue nuevamente denunciado Silva, en esta ocasión por su esposa. En octubre del 2013 el hombre contrajo matrimonio, siendo acusado de violencia intrafamiliar, tal como se señala en el primer párrafo de la nota.
Debido al supuesto ataque, la mujer habría resultado con “contusión de párpados y de la región periocular, contusión leve en brazo derecho y pie izquierdo”, de acuerdo al informe de la certificación de lesiones elaborado por el Hospital Gustavo Fricke en Viña del Mar.
Sin embargo, pese a esto y a que un testigo respaldó la acusación de la esposa, la causa fue desestimada y Silva no admitió responsabilidad alguna.
Robos en supermercados
En mayo del 2013 y octubre del 2014 el hombre fue sorprendido robando en supermercados de la Ciudad Jardín, aunque solamente en el segundo caso recibió una sentencia, por lo que debió estar un año sometido al control de Gendarmería.
En la primera ocasión, fue sorprendido por los guardias de un Tottus con mercadería avaluada en $48 mil. Mientras que en la última, llevaba en una mochila cuatro bolsas de crema Chantilly y dos tarros de duraznos en mitades.