Garín cerró su temporada de despegue
Unidos, lo que auguraba un largo sufrimiento del ex campeón junior de Roland Garros 2013.
Sin embargo, contra todos los pronósticos, Garín fue subiendo poco a poco hasta convertirse en una de las mayores explosiones del circuito de la ATP en este 2018, culminándolo con un espectacular cierre de tres títulos consecutivos, los que le permitieron meterse entre los 90 mejores del escalafón planetario.
En enero, el “Tanque” inició su relación con Horacio Matta, su coach luego del fin de su vínculo con el grupo que maneja a Rafael Nadal, con el cual entrenó hasta el año anterior. Y poco a poco fue sumando buenos resultados, con una semifinal en Newport Beach, una final en Morelos y otra semi en Guadalupe, hasta acercarse al 200º del listado orbital en marzo.
Luego de su participación en la Copa Davis contra Argentina en San Juan, donde cayó ante Diego Schwartzman y Guido Pella, pero dejando buenas sensaciones en ambos duelos, tuvo una irregular gira sobre arcilla, donde destacó su final en el Challenger de Lisboa, que le permitió quedar cerca del 170º en junio.
En julio repitió la hazaña de pasar la qualy de Wimbledon, donde cayó en su estreno ante el francés Adrian Mannarino. Justo en ese momento, llegó la separación de Matta, luego de algunos resultados irregulares por Europa, sembrando todo tipo de dudas sobre su futuro, ya que repetía la historia de no aguantar a un mismo entrenador.
Pero un mes después, Garín tomó la decisión que lo impulsó en el 2018: contratar como coach al argentino Andrés Schneiter. El “Gringo”, de gran trayectoria en el circuito de la ATP, llevó de a poco al chileno y, pese a quedar fuera de la qualy del US Open en la primera ronda, comenzó el despegue que esperaba hace varios años en el circuito.
En septiembre, fue finalista en el Challenger de Como, hizo cuartos en Génova (cayendo ante el brasileño Thomaz Bellucci, la que sería la última derrota del año para el chileno) y tras retirarse del torneo de Bania Luka en segunda ronda, comenzó la seguidilla brillante que lo llevó al Top 100.
Títulos en Campinas, Santo Domingo y Lima en octubre, para cerrar el año con 16 victorias seguidas, encumbraron a Garín al lugar que hace mucho tiempo estaba soñando: el Top 100 y ser un jugador de torneos ATP, lo que podrá explotar durante gran parte del 2019.
Sus números son espectaculares, con 47 victorias y 19 derrotas en 24 torneos disputados, sin tomar en cuenta las clasificaciones. Ganó tres títulos, fue finalista en otros tres y llegó a dos semifinales en challengers. Garín ya superó la etapa previa a ser una gran estrella de la ATP, aunque en el 2019 tendrá que dar otro examen, que es luchar en los grandes certámenes, como lo está haciendo la mayoría de las figuras de su generación.
Sin embargo, ésa será otra historia.
“Final de la temporada 2018 para mí, buenas sensaciones finales y muchas cosas por seguir trabajando. Gracias familia, equipo, amigos y sobre todo a la gente que me manda toda su buena onda día a día. Gracias que esto recién comienza” Garín en Instagram