“Hulk” la piel fotosintética creada por un chileno para regenerar tejidos
El equipo a cargo del proyecto trabaja con microalgas bajo el principio denominado “fotosíntesis humana”
El ingeniero en biotecnología molecular Tomás Egaña dio a conocer la primera generación de piel fotosintética que produce y libera oxígeno con la estimulación de la luz, para así regenerar tejidos humanos. Está hecha con base en algas. Según comentó a Publimetro “este proyecto ha llegado a esta etapa tras más de ocho años de investigación”.
En una instancia organizada por Imagen de Chile y el Instituto de Ingenieria Biológica y Médica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el profesional ahondó en el proyecto Hulk: Hyperoxie Unter Licht Konditionierung (hiperoxia bajo condiciones de luz), desarrollado en conjunto con universidades alemanas.
Según Egaña, la dependencia extrema de los humanos al suministro externo de oxígeno representa un problema clínico grave, ya que muchas patologías están directamente relacionadas con una oxigenación insuficiente hacia los tejidos. Cuadros como hemorragias, infartos y necesidad de trasplantes, son sólo algunas de estas afecciones. A ello se suma que una menor oxigenación impacta en la supervivencia de un tumor a radioterapia, en el surgimiento de heridas crónicas y en la enfermedad arterial periférica donde se estrechan los vasos sanguíneos e interrumpen el flujo de la sangre, causando la muerte de los tejidos.
Con el fin de sortear esta limitación y fomentar la autoproducción de oxígeno en tejidos humanos, Egaña implementó una investigación donde incorporó microorganismos fotosintéticos en distintos sistemas, demostrando aumentos en la concentración local de oxígeno de más 50 veces. “En este contexto, hemos creado la primera generación de materiales fotosintéticos que producen y liberan oxígeno con la estimulación de la luz, mejorando así la oxigenación de los tejidos”, comenta Egaña.
El académico explicó que “ya se han realizado pruebas en distintos organismos, porque antes de llegar a las pruebas humanas teníamos que estar 100% seguros de que no generará efectos adversos”. Aunque a estas alturas, el investigador considera que “es difícil que genere más allá de una alergia, pero queremos estar 100% seguros”.
El científico y su equipo se encuentran tramitando patentes en Estados Unidos, Japón, Canadá y Europa, mientras afinan los últimos detalles para comenzar las pruebas clínicas en conjunto con médicos del Hospital Salvador.