Publimetro Chile

Latinoamér­ica: la región que más animales perdió en medio siglo

Informe Planeta Vivo 2018 presenta un diagnóstic­o de lo que está pasando con la vida silvestre, los bosques, los océanos, los ríos y el clima a nivel global

- YVETTE SIERRA PRAELI es.mongabay.com

Solo la cuarta parte de la superficie del planeta está libre del impacto de las actividade­s humanas y las proyeccion­es para 2050 indican que tendremos apenas un 10 % que no se haya visto afectado por nuestro consumo desmedido.

Los recursos naturales están desapareci­endo a un ritmo acelerado y las cifras presentada­s en el informe Planeta Vivo 2018, un diagnóstic­o de lo que está pasando con la vida silvestre, los bosques, los océanos, los ríos y el clima, dan cuenta de ello.

Más de la mitad de las poblacione­s de animales a nivel global se han reducido en los últimos 50 años. En Latinoamér­ica la situación ha sido más crítica porque sus poblacione­s se redujeron casi en 90%.

Los bosques están entre los ecosistema­s más ricos, pero también entre los más amenazados. El 40% de ellos ha desapareci­do desde 1970 y se calcula que entre el 60% a 70% de los que quedan están en riesgo por los efectos negativos de las actividade­s humanas, la alteración de los microclima­s y las especies invasoras. La Amazonía no ha corrido mejor suerte, pues se ha quedado sin la quinta parte de su cobertura forestal.

La degradació­n del suelo impacta gravemente el 75% de los ecosistema­s terrestres, afectan- do el bienestar de más de 3000 millones de personas.

La razón de esta destrucció­n es el consumo humano desenfrena­do de estos recursos que se manifiesta en la forma cómo nos alimentamo­s, cómo utilizamos el combustibl­e, la energía, la tierra y el agua.

Un planeta que se queda sin animales

Las cifras no son nada alentadora­s. Entre 1970 y 2014, el 60% de las poblacione­s de mamíferos, peces, reptiles, entre otros, se ha reducido por efecto de la acción humana. Esta disminució­n es aún más dramática en Sudamérica y América Central, regiones que han perdido hasta el 89 % de las poblacione­s de especies silvestres.

De acuerdo con el estudio, de 1.040 poblacione­s evaluadas en la región, que representa­n

689 especies, las de vertebrado­s disminuyer­on en promedio

4,8% cada año. Este cambio ha sido el más brusco de todos los espacios biogeográf­icos analizados.

La pérdida del hábitat de las especies alcanzó un 22% en todo el planeta entre 1970 y 2010. Pero en el Caribe el panorama es más dramático, la pérdida llegó hasta el 60% y en otras regiones de América Central, el nordeste de Asia y el norte de África la reducción del espacio de vida silvestre superó el 25%.

Christophe­r B. Anderson, investigad­or independie­nte de Sistemas Socio-Ecológicos, considera que este reporte “refuerza lo que ya ha sido documentad­o en otras evaluacion­es de las últimas décadas -como el informe Plataforma Interguber­namental sobre Biodiversi­dad y Servicios Ecosistémi­cos (Ipbes)- sobre la degradació­n de la biodiversi­dad y los ecosistema­s, pero aporta nuevos detalles al debate”. Revela, por ejemplo, que debemos preocuparn­os por las especies que están en peligro de extinción, sobre todo en Latinoamér­ica, cuyas cifras son muy altas, tendencias que, según explica Anderson, “evidencian posibles extincione­s futuras”.

El experto nos recuerda también que hay lugares en los que nos debemos enfocar como los ecosistema­s dulceacuíc­olas y los bosques tropicales de Sudamérica.

La Amazonía que desaparece

El planeta ha perdido el 40% de sus bosques entre 1970 y 2014. Y solo en la Amazonía, considerad­o el pulmón del mundo, se concentra el 20% de esta desaparici­ón de la cobertura forestal

Las causas detrás de este retroceso en Latinoamér­ica están asociadas a la agricultur­a comercial de gran escala, la agricultur­a local de subsistenc­ia, el crecimient­o urbano, la expansión de infraestru­cturas y la minería. Situacione­s que son visibles en dos de los países con

mayor extensión de bosques Amazónicos, Brasil y Perú.

Con 70 millones de hectáreas de bosques, Perú es el segundo país con mayor superficie amazónica después de Brasil. Sin embargo, en los últimos 15 años, ha perdido dos millones de hectáreas de su Amazonía, debido principalm­ente a la agricultur­a migratoria, los proyectos de infraestru­ctura mal planificad­os y la minería ilegal.

Expertos en el tema sostienen que las áreas menos deforestad­as correspond­en a los territorio­s indígenas, pues en estas tierras solo el 8% presenta deforestac­ión.

Mariano Castro SánchezMor­eno, exvicemini­stro de Gestión Ambiental del Ministerio del Ambiente sostiene que el informe está poniendo sobre la mesa la necesidad de cuidar los recursos para salvaguard­ar nuestros medios de vida.

“Lo que está pasando es motivo de preocupaci­ón, pero evidencia lo que ha venido sucediendo desde hace varias décadas”, sostiene Castro.

Mares y ríos se quedan sin peces

El crecimient­o de la población se relaciona directamen­te con el incremento en la demanda de energía, tierras, agua y otros recursos. Y esto a su vez incide en la reducción de especies, la degradació­n de la tierra y el impacto en los mares.

Estos últimos están expuestos a grandes presiones. Se calcula que en los últimos

50 años se ha extraído por lo menos 6.000 millones de toneladas de peces e invertebra­dos de los océanos de todo el mundo. Un tercio de esta pesca afecta a 10 de las

1.500 especies que existen a nivel mundial, según el informe.

El mar peruano, por ejemplo, es responsabl­e del 10% de la pesca global y alberga la mayor pesquería del mundo de una sola especie: la anchoveta. Además, el país extrae la mitad de la pesca mundial anual de dos especies comerciale­s como son la pota y el perico. Una alta presión para uno de los mares más productivo­s y biodiverso­s del planeta.

Una investigac­ión científica de Global Fishing Watch -considerad­a para el informe Planeta Vivo- señala que los lugares con mayor intensidad de pesca industrial de las grandes embarcacio­nes han sido reportados en el nordeste del Atlántico y el noroeste del Pacífico, así como regiones ricas en nutrientes frente a América del Sur y África occidental. A este panorama hay que sumarle los niveles alarmantes de contaminac­ión por plástico en los océanos, un problema presente en los principale­s ecosistema­s marinos del mundo, desde las zonas costeras y las aguas superficia­les hasta las partes más profundas del océano.

El informe Planeta Vivo 2018 también menciona las amenazas que enfrentan los hábitats de agua dulce, como lagos, ríos y humedales. Señala que la alta presión humana ha reducido hasta el 83 % de de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces desde 1970. Estos ecosistema­s de agua dulce se ven afectados por diversos factores como la modificaci­ón, fragmentac­ión y destrucció­n de hábitats, las especies invasoras, la pesca excesiva, la contaminac­ión, y el cambio climático.

“La naturaleza es rica en recursos y en base a ellos hemos construido una economía próspera”, dice Kurt Holle, director de WWF en Perú, durante la presentaci­ón del informe. Sin embargo, agrega Holle, “esta economía creciente nos está llevando a océanos sin peces, bosques vacíos y climas adversos. El futuro no se ve próspero, pero tenemos que revertir el problema”.

 ?? DáVILA / WWF PERú. | JEFFREY ?? El 83 % de las poblacione­s de especies de agua dulce se han reducido.
DáVILA / WWF PERú. | JEFFREY El 83 % de las poblacione­s de especies de agua dulce se han reducido.
 ?? | WWF PERú ?? Las poblacione­s de mamíferos y otras especies están desapareci­endo a un ritmo acelerados
| WWF PERú Las poblacione­s de mamíferos y otras especies están desapareci­endo a un ritmo acelerados

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile