Cinco animalitos chilenos que no pueden vivir sin su pareja
Una de ellas es el caballito de mar. Además de ser monógamos, al morir uno de ellos, su pareja puede quedarse a su lado y morir al poco tiempo, principalmente por falta de alimento. En Chile se identifican cuatro especies, siendo la más representativa la Hippocampus ingens.
El cóndor andino es completamente fiel a su pareja. Cuando es tiempo de repro- ducción, escogen una cueva para proteger a su huevo del viento y los depredadores, siendo éste incubado por ambos padres durante 60 días.
Nuestro pudú normalmente es un animal solitario, pero también se mueve en familia. Los machos son monógamos y no van a ningún lado sin la hembra. En la época de reproducción, ella construye un nido de hojas para parir a su cría, la cual se convierte en adulto al año de vida.
El pingüino magallánico, cuando llega a la madurez sexual, busca a una pareja con la cual se quedará para toda la vida. Al momento de la reproducción, se acerca a las costas chilenas y la hembra rastrea a su pareja a través del sonido, siguiendo su llamado. El macho la espera en el nido para albergar a la nueva cría que cuidarán juntos.
Por último, el quique, conocido como hurón chileno, se considera mayormente monógamo. Construye madrigueras de hasta cuatro metros en el suelo para albergar a las crías.