MAYLÉN: LA UVA NEGRA CHILENA QUE SALE AL MUNDO
Es la primera incursión genética en cuanto a la uva que se comercializa fuera del país
Según la legislación chilena está prohibido vender al interior del país y para consumo ciudadano cualquier alimento transgénico. Sin embargo y con las largas hectáreas de campo destinadas en el país para la creación de estos cultivos en localidades como Paine y Villuco, sí está permitido exportar dichos productos. Jugando en esta línea es que el Consorcio Biofrutales, el Programa Técnico Frutícola de la zona norte y el Programa de Mejoramiento Genérico de la Uva de Mesa Inia, lanzaron un nuevo producto que triunfa en mercados internacionales. Se trata del cultivo de una negra azulina de apariencia natural e intervenida genéticamente para que tenga larga estabilidad en periodos prolongados. La uva fue bautizada como “Maylén”, que significa “princesa” y es la primera incursión genética en cuanto a la uva comercializada fuera del país.
Así es como una alianza entre lo público y privado dio como resultado esta nueva cepa de uva, que lleva a la espalda 15 años de fertilización cruzada, clonaciones y múltiples pruebas. La variedad sin pepas llegará a 15 países, como China, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Malasia.
Y tal magnitud de producción depende de las manos de 19 agricultores que se asociaron para, “emprender e incorporar una variedad con mejoramiento genético”, según el ministro de Agricultura, Antonio Walker. A la actividad y visita a los cultivos ubicados en San Esteban de Los Andes, en Aconcagua, también asistieron el presidente ejecutivo de Corfo, Sebastián Sichel y el director nacional de Inia.
“No sólo estamos tratando de que se coseche o se plante esta creación genética, sino que también la forma de producir sea de excelencia mundial”, dijo Sichel, que agregó que los resultados “son los más auspiciosos. Cuando uno ve el tipo de uva que es, ve la cantidad de brillo que tiene, ve la cantidad de resistencia y los mercados a los que se está apuntando y además ve a estos pequeños productores, se logra lo que soñamos como Gobierno”.
En cuanto al carácter internacional de la uva, el ministro recalca su importancia. “Hemos dado un tremendo paso, el jueves pasado hablamos con el ministro de Agricultura de Perú diciéndole que queremos ser complemento y no competencia”, puntualizó el ministro. Esta variedad ya está en Perú, con 80 hectáreas, un número menor al chileno que ya cuenta con 375 hectáreas y la meta es llegar al primer millón de cajas exportadas.