Cafarenna vs. Hiriart, los extremos de la línea
Ayer Raúl Meza propuso una alternativa de 11 mujeres para cambiar el nombre al transporte subterráneo, entre ellas, Cecilia Morel y Patricia Maldonado
El lunes Santiago despertó con los nombres del Metro cambiados. En lugar de los clásicos que miles de habitantes usan todos los días para ir a sus lugares de trabajo, nombres como “Violeta Parra”, “Anita Lizama” e “Hija de Perra” se tomaron las líneas. Todo en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
De esta forma destacaron luchadoras de los derechos humanos, como la emblemática Ana González, la colombiana Sola Sierra y la mapuche Nicolasa Quintremán. Otro bastión fueron las sufragistas, como Amanda Labarca, primera mujer en dictar una cátedra en Latinoamérica, y la reconocida feminista Elena Caffarena, crucial en la lucha por el voto femenino, sobre todo el de la “clase obrera”.
Al ver el éxito de la campaña, probablemente, fue que Raúl Meza dijo “yo también quiero”. El abogado de los reos presos por violaciones a los derechos humanos y también líder del movimiento de derecha Fuerza Nacional, hizo una propuesta propia, con referentes que, a su juicio, cumplen más con las demandas de las mujeres. Esto porque “defienden el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia y el derecho a los hijos a que tengan un padre y un madre, rechazan el aborto, la identidad de género”.
Así 11 mujeres, casualmente el mismo número de ese martes de septiembre de 1973 que amaneció de golpe, fueron propuestas por Meza para liderar los nombres de las líneas. Propuestas muy diferentes. La primera como una iniciativa de la Coordinadora Feminista 8 de Marzo y la segunda como una reacción al notar que la mayoría de las 46 mujeres propuestas por la organización de la huelga pertenecían al mundo de la izquierda.
La propuesta de Meza se basó en cartas influyentes en la derecha. Cecilia Bolocco, Lucy Ana Avilés, Lucía Hiriart y Patricia Maldonado, destacan. Pero la que se alza en cuanto a feminismo es Rosa Marckmann, quien fue activista por el derecho al voto femenino y esposa de Gabriel González Videla.
En cuando a la Ley, las escogidas por el también abogado fueron tres. Se trata de Olga Feliú, destacada abogada que defendió a Pinochet tras la acusación constitucional de la Democracia Cristiana, y también participó de la presentación ante el Tribunal Constitucional de la petición para devolver personalidad jurídica a Colonia Dignidad. La segunda es Ángela Vivanco que desde 2018 forma parte de la Corte Suprema, pero antes fue la representante legal de Chile Vamos en el recurso que se entregó en el Tribunal Constitucional para declarar inconstitucional la píldora del día después. También representó legalmente a la Universidad Católica en el protocolo de objeción de consciencia en el aborto en tres causales. La última es Marisol Peña, ministra del Tribunal Constitucional de Chile entre 2006 y 2018. En su cargo votó a favor de la inconstitucionalidad de la píldora del día después y posteriormente a favor del mismo recurso contra la despenalización del aborto en tres causales.