Los artículos de uso masivo que no se reciclan en Chile
es que los objetos tengan más de un material. El encendedor tiene varias piezas metálicas, plásticos de distinta densidad y combustible ( butano). Para reutilizarlo, hay que separar todas sus partes, y lavarlo en profundidad para eliminar los retazos del líquido tóxico. Igual con el lápiz, entre la tapa, la punta metálica, el cuerpo y la tripa de tinta, que no se recicla de ninguna manera. José Miguel Arriaza, director de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental de la U. San Sebastián, afirma que el problema es que su estructura jamás se reformuló. “Está mal desarrollado. El 80% de los impactos ambientales de cualquier producto se pueden evitar en la fase de diseño de éste. Hay que trabajar más para incorporar el “ecodiseño” en la fabricación de productos”, dice.
La académica de la U. Central es enfática: si bien hay envases y objetos difícilmente reemplazables, utilizar fósforos o mecheros y lápices recargables es parte de la conciencia ecológica que los chilenos deberían adquirir. “Tenemos una capacidad formidable de tirar y olvidar. No nos preocupamos porque hay un sustituto muy barato, pero tener fósforos, encendedores recargables o lápices con cartuchos de tinta, son iniciativas que no requieren mucho esfuerzo y parte del desafío de destinar más energía en mantener el medio ambiente”, afirma Mussa.
Los expertos también señalan que las personas debieran fijarse en el número y sigla de la clasificación de los plásticos, que viene en los envases. Los que tienen el número 3 (PVC) o 7 (otros) no se reciclan bajo ninguna circunstancia.