Destapan horror de centros de detención en China
Documentos del gobierno confirman sistema de lavado de cerebro sobre minorías étnicas
Un plan de acción clasificado del gobierno chino filtrado a organizaciones periodísticas revela las prácticas de reeducación ideológica, cambio de idioma y de conducta que enfrentan los uigures, minoría turca musulmana, y otras minorías retenidas en centros de detención en China.
Según los documentos, a los detenidos se les toman pruebas de mandarín, ideología y disciplina. El adoctrinamiento va acompañado de “educación de modales”. Los resultados se suman a un complejo sistema de puntuación.
Quienes sacan buenas notas son premiados con beneficios como visitas de la familia y pueden incluso “graduarse” e irse. A quienes les va mal se los coloca bajo programas más estrictos, con períodos de detención más largos. Ex detenidos dijeron a la AP que los castigos incluyen privación de alimentos, uso de esposas, confinamiento solitario, golpizas y torturas.
A los reclusos se les permite salir sólo en casos de emergencia, como por ejemplo por enfermedad, y deben ser acompañados por alguien que los “supervise y los controle”. El uso de teléfonos celulares está estrictamente prohibido para evitar “confabulaciones”.
En su conferencia diaria de ayer el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Geng Shuang calificó la investigación como un “torpe y mezquino ardid”. Señaló que “algunos medios” extranjeros tratan de “exagerar el tema de Xinjiang” para “difamar” su campaña de “antiterrorismo y desradicalización”, junto con asegurar que “una Xinjiang estable y próspera será la mejor respuesta a esas calumnias”.
Los documentos fueron entregados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación por una fuente anónima. El Consorcio verificó su autenticidad antes de publicarlos.