La patrulla juvenil de “Mucho Gusto” le quita una hora al matinal
La alianza entre “Mucho Gusto” y Lotería en Mega, que ha sumado al matinal concursos donde los participantes pueden ganar premios de dinero en efectivo, ha tenido buenos resultados. Tanto así, que este segmento ahora tendrá su propio programa de lunes a viernes, de 12:00 a 13:00 horas. Todo bajo el nombre “La hora de jugar” y con la conducción de los miembros de la patrulla juvenil, María José Quintanilla y Joaquín Méndez.
Para poder sumar este nuevo espacio a la parrilla de la estación de Bethia, el matinal liderado por Diana Bolocco perderá una hora y pasará a estar al aire entre las 08:00 de la mañana y el mediodía.
Quintanilla dice estar agradecida por este nuevo desafío, que implica estar al aire con un espacio con distintas características y condiciones. “Ahora tenemos un estudio propio, con mucha tecnología, como pantallas touch”, adelanta.
Además, cuenta como un factor positivo el hecho de tener como co-conductor a Méndez. “Confiamos mucho el uno en el otro. Tenemos harto fiato y nos llevamos bacán. Estamos disfrutando y esperando que el programa salga al aire”.
Respecto al tono de “La hora de jugar“, la también cantante asegura: “Es para reír y chacotear un rato. Es un programa más distendido”.
Pero la entretención no es el único factor que le gusta a esta dupla: “Hemos evidenciado la emoción de la gente. Lo que sacamos del programa es súper bonito”, dice Quintanilla. Méndez coincide con ella en este punto: “Afectas directamente la felicidad de los participantes y eso une al público que está mirando la televisión”.
Para toda la familia
Otro de los puntos que motiva a los conductores es el hecho de que este espacio puede gustarle también a un público más joven. “Es un programa de juegos que involucra a toda la familia, cuando las personas están participando, los hijos, las abuelas y todos están alentando”, dice Quintanilla.
Méndez agrega que es un programa misceláneo que tiene como ventaja el que todos consigan premios y, cree, esto puede llamar la atención de todos, en un momento en que se han dejado de lado los programas familiares.