La crisis de los misiles que tuvo al mundo al borde de la 3ª guerra
Pronunció un mensaje reconociendo la amenaza nuclear de la URSS.
Daniel Pérez Pavez
La crisis de los misiles en Cuba mantuvo en vilo a millones de habitantes de Estados Unidos durante 13 días del agitado octubre de 1962, cuando la Tercera Guerra Mundial estuvo -literalmente- a sólo “un botón” de estallar.
Cuando John Kennedy exigió el desmantelamiento de las ojivas nucleares, descubierto días antes por aviones espías sobre Cuba, los soviéticos enviaron su flota al Caribe para afrontar una confrontación que parecía inevitable.
El 22 de octubre, el presidente envió a su país un mensaje aterrador: “Este gobierno, como había
La guerra estuvo a punto de estallar entre la Unión Soviértica y Estados Unidos.
prometido, ha mantenido una férrea vigilancia de la acumulación militar soviética en la isla de Cuba. La evidencia inconfundible ha establecido el hecho de que una serie de emplazamientos de misiles ofensivos está ahora en preparación en esa isla prisionera. El objeto de estas bases no puede ser otro que proporcionar una capacidad de ataque nuclear contra el hemisferio occidental”, dijo JFK.
Los misiles SS-4 soviéticos podían alcanzar a Washington desde Cuba en apenas 15 minutos, con ojivas de una potencia de un megatón y un poder de destrucción de dos y medio kilómetros.
Y a ese panorama apocalíptico, que provocaba pánico en la opinión pública, se agregaba la falta de refugios adecuados para soportar un eventual ataque.
El conflicto se prolongó hasta el anuncio del desmantelamiento y traslado de las armas de vuelta a la Unión Soviética -el 28 de octubre-, aunque a otros niveles se extendió hasta fines de año en sucesivas minicrisis que, final y felizmente, fueron superadas por el diálogo y la diplomacia internacional. En rigor, los historiadores reconocen que el dramático episodio fue el momento más peligroso en la historia de la humanidad.