Guillier: “Hay que defender que la elite no se robe el proceso”
El independiente llamó a la gente a mantenerse movilizada en las calles.
El senador dice que los partidos “no están haciendo bien la pega” y ve “imposible llegar a la segunda semana de enero con los candidatos inscritos” para la Convención.
Hace meses que el senador Alejandro Guillier no comparte un café con alguno de sus colegas. Desde sus inicios políticos ha trabajado con los independientes, con las organizaciones, y desde el “estallido social” se enfocó en reforzar esos lazos. Además, muchos de sus pares lo fueron decepcionando. Prometen cambios, pero se quedan sólo con la “lucha por el poder”, dice. Por lo mismo, su mirada del proceso constituyente es crítica.
Usted no estaba de acuerdo con el diseño del proceso constituyente. ¿Cómo ha visto su evolución?
—Como está convocado hoy, sin independientes ni pueblos originarios, no tiene legitimidad.
¿Qué riesgo ve en que esto se mantenga así?
—Si el proceso termina integrado sólo por figuras conocidas, que son más de lo mismo, va a fracasar, va a generar desafección y lejos de transformarse en una llave maestra que le abre el horizonte a Chile para los próximos 40 años, va a sumir al país en una crisis de legitimidad política.
¿Basta con incluir independientes y escaños reservados?
—El calendario se está haciendo inviable, es imposible llegar a la segunda semana de enero con los candidatos inscritos, esto se desequilibró. Necesitamos prorrogar la fecha de presentación de listas. Si no hay un cambio, el proceso va a fracasar. El proceso constituyente le pertenece a la ciudadanía, lo único que tienen que hacer los partidos es hacer bien la pega; si no, vamos a pagar con la ingobernabilidad y vamos a entrar en una decadencia muy triste. Los partidos están demorando esto no por simple desidia, sino porque no está en su diseño la participación de la sociedad.
¿Qué queda?
—Chile tiene una ciudadanía sana, no hay enfrentamiento en las calles, es la elite la que está confundida, es la falla de los pocos que han controlado el poder y que no quieren soltarlo. Hay que apelar a la movilización social. Si la gente se va a la casa, esto se entrampa, porque lo que mueve este proceso es la movilización. Hay que defender el derecho a que la elite no se robe el proceso. La movilización social tiene que sacar los obstáculos. ¿Ve posible que los partidos
recuperen legitimidad?
—El problema no está en las bases de los partidos. Hay tal divorcio entre las élites y las bases, que urge la renovación. Todo esto que vivimos será parte de un proceso que va a sacar a los apernados.
¿Hay una fecha de vencimiento para esos cambios?
—Vienen dos pruebas inmediatas. Veremos cuánta gente movilizan en las primarias de fin de mes. Si hay una gran participación, sería una reafirmación del proceso constituyente, pero si no va nadie, los partidos van a tener que ponerse de acuerdo en redefinir las reglas. Lo otro va a ser en enero: si los independientes salen a buscar firmas y no las logran, ahí muere el proceso constituyente.
¿Qué rol espera jugar usted?
—Estamos presentando proyectos para que los independientes estén en igualdad de condiciones y, en segundo lugar, vamos a presentar un proyecto para asegurar la participación como eje central en la convención. Además estamos creando plataformas que permitan articular a dirigentes.
¿Descarta candidaturas?
—Quienes perfilan candidaturas en un país donde no sabemos qué va a pasar cometen un error. El éxito de la instalación del proceso constituyente va a ser determinante. Va a ser la ciudadanía la que va a ir levantando liderazgos, y uno tendrá que estar donde debe estar: donde la ciudadanía quiera.
¿Aún considera que se deben adelantar las elecciones presidenciales y parlamentarias?
—Piñera hace un año que no gobierna. El estallido fue incapaz de dirigirlo. Hace un año que planteé adelantar elecciones generales, hubiéramos comenzado quizás en marzo con un nuevo gobierno, no habríamos perdido todo el 2020, pero estamos peor. Y en un año más vamos a estar aún peor que ahora: pymes quebrando, las familias sin protección, el país sin conducción, ese es el escenario. Lo veo con desesperación y vamos a perder un año más.
¿La ciudadanía debiese insistir en un cambio adelantado?
—Cada chileno tiene su propia conciencia y yo cada día confío más en la gente y menos en las élites. No estoy azuzando a nadie, lo que digo es que perdimos un año y vamos a perder otro.
“SI LA GENTE SE VA A LA CASA, ESTO SE ENTRAMPA, PORQUE LO QUE MUEVE ESTE PROCESO ES LA MOVILIZACIÓN SOCIAL”