El mensaje de Rigoberta Menchú que unió a las mujeres indígenas de las Américas
Se realizó en Oaxaca la Primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas, con delegadas de 22 países. encabezó el encuentro que tuvo como tema central los derechos humanos y sociales indígenas.
Millones de personas se calcula la población indígena de las Américas.
Daniel Pérez Pavez
Más de 300 mujeres indígenas de las Américas y representantes de organizaciones afines de todo el mundo se reunieron en Oaxaca, el 30 de noviembre de 2002, en la Primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas para buscar soluciones a las preocupaciones políticas y sociales de sus comunidades. La reunión contó con la presencia de líderes y expertos internacionales, y fue presidida por la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú.
La agenda incluyó como temas centrales los derechos humanos y derechos indígenas; espiritualidad, educación y cultura; empoderamiento y participación política; desarrollo indígena y globalización, y género desde la visión de las mujeres indígenas.
Más de 350 delegadas de 22 países se congregaron en México con el objetivo de promover la participación en el desarrollo social de la región y fortalecer el protagonismo político y social de un sector de la población que superaba los 25 millones de personas en toda América.
La Premio Nobel guatemalteca encabezó la cita de las mujeres indígenas.
El emblema de la cumbre fue Rigoberta Menchú Tum, líder indígena guatemalteca que es miembro del grupo maya quiché, defensora de los derechos humanos, embajadora de la Unesco y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1992 y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación
Internacional. en 1998.
La distinción de la Academia de Suecia le fue otorgada en reconocimiento a su lucha por la justicia social y reconciliación etnocultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas, en coincidencia con el quinto centenario de la llegada de
Cristóbal Colón a América, y con la declaración de 1992 como Año Internacional de los Pueblos Indígenas.
Con los recursos del galardón creó la fundación Rigoberta Menchú Tum, con sede en Guatemala y dos filiales en México y Nueva York.