Muerte de comunero eleva la tensión en Wallmapu
• De acuerdo a declaraciones preliminares, el tiro que mató a Pablo Marchant fue percutado a corta distancia. • Carabineros involucrados no portaban cámaras Go Pro. Héctor Llaitul habla de posible “ejecución”.
La muerte del joven integrante de un órgano de resistencia territorial de la CAM, Pablo Marchant Gutiérrez, (29) encendió otra “chispa” en la tensión y el conflicto latente de La Araucanía. Luego de dos días de velatorio en Lumaco, el exestudiante de Antropología en la U. de Concepción y del Instituto Nacional será sepultado con un ritual mapuche.
Marchant murió de un balazo durante un enfrentamiento con carabineros en el fundo Santa Ana de la Forestal Mininco, donde también quedó gravemente herido el trabajador Ceferino González.
Según la versión del portal Ciper Chile, dos de los carabineros involucrados en el fatal incidente prestaron ayer declaración voluntaria ante la Fiscalía. En su testimonio los uniformados afirmaron que Marchant no les disparó, pero sí que los apuntó con su arma.
También declararon que el tiro en la cabeza con el que lo abatieron fue percutado a corta distancia y que no portaban cámaras de video Go Pro.
Por ello, no habría registro audiovisual de las circunstancias en que se produjo la muerte de Marchant.
Asimismo, de acuerdo a Ciper Chile, los carabineros relataron que entre los matorrales apareció repentinamente un encapuchado que tenía un fusil M16 en sus manos y que los apuntó.
Como reacción, el carabinero que venía más atrás -dice la versión- le disparó a corta distancia, hiriéndolo de muerte. El tiro se percurtó a no más de tres metros y fue directamente a la cabeza de Marchant, quien cayó de inmediato. Los dos carabineros se quedaron ahí y luego de algunos minutos recibieron apoyo de otros efectivos.
La Fiscalía tomó nota de los peritajes iniciales que indican que el fusil M16, calibre 5.56, que quedó tirado junto al cuerpo de Marchant, contaba con munición. Y estaba con “bala pasada”, listo para ser usado.
Según diversas fuentes que participan en la investigación, hay una diferencia con el caso del asesinato del comunero Camilo Catrillanca en noviembre de 2018. En esa ocasión, los policías afirmaron que fueron atacados, revelándose más tarde que era falso. En cambio, ahora existen “varios testigos” que confirman que hubo un violento enfrentamiento.
Voceros de la Coordinadora Arauco Malleco explicaron que Marchant realizaba allí una “acción de resistencia en contra del sistema de propiedad usurpado”, refiriéndose a la empresa forestal.
En tanto, el líder de la CAM, Héctor Llaitul, sostuvo que “los hechos son bien dolorosos para el pueblo mapuche. Tenemos un hermano asesinado y al parecer bajo una situación que es bien dura. Que puede ser interpretada incluso de horror, por la forma”, dijo en una entrevista con radio U. de Chile.
“Preliminarmente, nosotros decimos que él fue ejecutado y tenemos que abordar esta situación con mucho respeto porque hay una familia detrás”, subrayó. “Hay una madre y no podemos hablar de forma descarnada o con morbo, con sensacionalismo... Pablo Marchant tiene un impacto en su cabeza por atrás y al parecer tiene otro en la parte de la sien en la cabeza”, reveló Llaitul.