Gobierno se querella por armas en Carahue
Se filtraron fotos del velatorio del comunero Pablo Marchant, donde se veía a encapuchados con M-16.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, confirmó una querella en contra de quienes resulten responsables del porte ilegal de armamento de guerra por parte de miembros de la Coordinadora Arauco Malleco, tras el enfrentamiento que dejó herido al trabajador de la forestal Mininco Ceferino González, y muerto al comunero e integrante de la CAM Pablo Marchant.
El hecho, además de la filtración del velorio del comunero abatido en Carahue, donde en imágenes se veían a guardias armados custodiando el féretro de Marchant, impulsó el recurso ante la fiscalía, que tendrá que investigar de oficio la procedencia del armamento. “Son armas que están prohibidas y no deben utilizarse bajo ninguna circunstancia”, expuso el ministro.
“Efectivamente tenemos una persona que murió, pero tal como lo dijeron los mismos voceros de la CAM, lo calificaron de una muerte en una acción de sabotaje, en un combate”, manifestó el secretario de Estado, quien calificó de manera grave el armamento
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Ataques posteriores al enfrentamiento que terminó con el comunero muerto contabiliza el Gobierno en la zona.
de grueso calibre visto tanto en el sitio del suceso como en el velorio.
“Si vemos las armas que se utilizaron ese día, y puntualmente el M-16 que estaba ahí, a pocos pasos de la persona
que falleció, y si eso lo linkeamos además con lo que está ocurriendo hoy en el velorio, por supuesto que estamos hablando de una configuración que está muy por lejos de cualquier reivindicación pacífica, que está lejos de cualquier causa plausible, de cualquier causa que pudiera tener un componente moral”, agregó.
Asimismo, Delgado hizo referencia a los reiterados hechos de violencia que se han vivido en la macrozona sur con posterioridad al ataque a la forestal, que suman más de 60 en pocos días.
“Como Gobierno, no vamos a permitir que después de ese hecho, hayamos tenido 64 eventos posteriores violentos. Más balazos, más quemas, más destrucción, más dolor. Eso es lo que tenemos hoy. Entonces qué nos quieren decir. ¿Que hay que dejar que entren algunas personas a algún predio con fusiles de guerra a atacar a trabajadores adultos mayores, y no los podemos tocar porque si los tocamos nos van a atacar 64 veces más? Eso no lo vamos a permitir”, sentenció.