Clasifica, sí, pero no mejora ni supera el sufrimiento
La “U” pasa empantando. General Velásquez, de la Segunda División, hizo ver mal a los “azules”. Sin patrón de juego. La igualdad 2-2 vuelve a desnudar las falencias de plantel y estructura de los “laicos”.
Pablo Vargas Zec
Pese a los cambios en la banca, a la incorporación de algún refuerzo -que, efectivamente, ha afirmado la zona donde juega-, Universidad de Chile no termina de encontrar la solvencia que lo aproxime a un transitar más tranquilo en el campeonato nacional, donde el fantasma del descenso se mantiene rondando, como en las últimas campañas. Antes de retomar el torneo, los “laicos” llegaron a octavos de final de la Copa Chile pero no sin sobresaltos ante General Velásquez, rival de Segunda División. Y, pese a las dos categorías de distancia que hay entre ambos clubes, la “U” apenas pudo empatar 2-2 en casa, clasificando a la siguiente ronda gracias al triunfo en el duelo de ida.
Luego de los dos primeros partidos de Diego López en la banca “azul”, el diagnóstico puertas adentro debe seguir siendo preocupante. Más allá de las palabras del técnico uruguayo tras el encuentro, cuando consideró que su cuadro había tenido buenos pasajes, lo cierto es que el visitante hizo ver muy mal a ratos a los estudiantiles.
De hecho, con un tempranero gol de Junior Fernandes, la llave parecía liquidarse. Pero en la medida que pasaban los minutos, los de San Vicente de Tagua Tagua comenzaban a someter al local, desdibujándolo hasta hacerlo ver muy mal.
Por lo pronto, pareciera que el dibujo con cuatro defensores, cuatro mediocampistas y dos delanteros que impone el entrenador “laico” parece no tener los intérpretes apropiados, sobre todo en la zona de los volantes, mientras que la defensa sigue viéndose feble. López, en todo caso, debe confiar en que la llegada de Nery
Domínguez ayude a estivar un poco los desórdenes del fondo.
Sin embargo, por mientras llega el segundo refuerzo, la “U” sufre. Y no poco.
Israel Poblete puso dos tantos de distancia a los 72 minutos. Pero el equipo de López no logra olvidarse del sufrimiento, pese al par de semanas de trabajo que ya acumula. Y terminó sufriendo, porque un penal, convertido por Kevin Serrano a los 79’, revivió las dudas futbolísticas y mentales del anfitrión. Se aprovechaban de una torpe falta de Daniel Navarrete para entusiasmarse. La visita aún tenía vida.
Aprovechando el envión anímico, sin nada que perder, General Velásquez fue a buscar la proeza. Y logró empatara los 86’, por intermedio de Matías Villablanca.
A esas alturas, caía un pequeño diluvio sobre el estadio Santa Laura, que lavaba cualquier esbozo de mejora que podría haber mostrado la “U”, que terminaba sufriendo, dejando la sensación que un rival dos categorías inferior lo tenía arrinconado y en jaque, al borde de forzar la definición de la clasificación desde los 12 pasos. Sin embargo, los sanvicentinos no pudieron capitalizar.
La “U” avanza en la Copa Chile, pero los dos primeros duelos del nuevo ciclo técnico dejan un alarmante resumen, porque no solo no logra imponerse con autoridad ante un rival más débil, sino porque ni aún con otro dibujo táctico y nuevos intérpretes, encuentra seguridad o un patrón de juego que dé la sensación de solvencia que le urge.