La dura y cruda realidad del ausentismo escolar en Chile
Nuestros estudiantes perdieron hasta dos años y medio de escolaridad entre 2019 y 2022, según la Fundación Presente.
Datos que llaman a la reflexión dio la Fundación Educacional Presente: entre 2019 y 2022, hay escolares chilenos que perdieron hasta dos años y medio de enseñanza, en base al siguiente cálculo.
En 2019 fueron suspendidas ocho semanas de clases por el paro de profesores y otras ocho por el “Estallido Social”.
Entre marzo de 2020 y noviembre de 2021 los colegios cerraron presencialmente por la pandemia, sumando 77 semanas de clausura (14 totales y 63 parciales). Y pese a que hubo clases remotas, en muchos lugares el proceso fue lento y dejó a miles de estudiantes sin acceso a la educación durante muchos meses.
Y en 2022, cuando se esperaba volver a la normalidad, los temores al contagio de covid y la falta de hábitos generaron que al menos un 60% de los estudiantes presentara ausentismo crónico, o sea, faltaron a la escuela al
menos un mes en el año.
La suma da 97 semanas de clases perdidas. Ello equivale a 24 meses, es decir, dos años y medio (considerando periodos lectivos) en los últimos cuatro años.
Otro dato. Marzo es habitualmente cuando se logra la mejor asistencia de todo el
año. Y en ese mes de 2022 el promedio fue de 82,9%, casi diez puntos menos que en los años previos a la pandemia, cuando se llegó al 91,5%.
“No hay tiempo que perder. Si no queremos repetir el alto nivel de ausentismo crónico de 2022, cuando uno de cada dos estudiantes chilenos faltó más del 10% de los días de clases del año, debemos llegar al menos a un 91% de asistencia durante este mes. Los escolares deben ir a clases ya”, dice Rebeca Molina, directora ejecutiva de la Fundación Educacional Presente.
“Marzo es clave, pues la asistencia en el primer mes de clases permite predecir la del resto del año. Esto significa que podemos detectar desde marzo quiénes serán los y las estudiantes a los que hay que apoyar para que se mantengan vinculados al colegio”, añade la especialista.
La evidencia muestra que los estudiantes con ausentismo crónico tienden a experimentar mayores probabilidades en el futuro de recibir peores sueldos, de sufrir mayores periodos de cesantía e inestabilidad laboral, e incluso a tener más probabilidades de caer en la delincuencia que sus pares que van con regularidad al colegio.
También se duplica y hasta triplica la chance de que abandonen la escuela y salgan del sistema educacional.
La Fundación Educacional Presente recordó además que en la última década, un 30% de los escolares del país presentaba ausentismo crónico. Y que hoy, tras la pandemia, esa cifra se duplicó, lo que significa que cerca de 1.600.000 estudiantes perdió al menos un mes de clases en 2022.
“En 2022, uno de cada dos estudiantes tuvo un alto nivel de ausentismo crónico. Para no repetir eso, deben ir ya a clases este marzo, el mes que habitualmente tiene más asistencia”
REBECA MOLINA