Por lo menos, la lucha por la corona se mantiene abierta
En el GP de Arabia Saudita, “Checo” logra contener a Verstappen para mantener la F1 entretenida.
Pese a que sólo van dos fechas, el dominio de Red Bull en la Fórmula Uno no sólo es claro, sino también abrumador.
Así quedó demostrado en el Gran Premio de Arabia Saudita, donde Sergio Pérez ganó largando desde la pole, favorecido por el problema mecánico que mandó al bicampeón Max Verstappel al 15º cajón de salida. Aún así, el neerlandés se pasó la mitad de la carrera como escolta del mexicano. Ambos pilotos de la escudería austraíca se han alternado para los 1-2 de lo que va de la campaña, con una ventaja de un punto para el europeo en el campeonato.
El único que amagó un poco el dominio de los de la bebida energética fue Fernando Alonso, quien con una gran arrancada logró liderar las primeras cuatro vueltas. Luego, el español terminaría en el último peldaño del podio, que tendría algo de polémica, porque tras recibir el trofeo, casi le es arrebatado por una penalización por cumplir mal un castigo. Pero finalmente el español quedó tercero, por delante de Goerge Russell.
Quinto fue Lewis Hamilton,
y los Ferrari de Carlos Sáinz y Charles Leclerc le siguieron.
La de Jeddah fue una nueva demostración del poderío de Red Bull y de Verstappen,
quien tuvo poca resistencia de los eventuales rivales por la victoria, como los pilotos de Mercedes o de la Scuderia. Sólo Alonso en el Aston Martin parece en condiciones
de pelear el primer lugar en alguna carrera, pese a que no parece ser contendor a una pole. La F1, este año -y pese a que sólo se han disputado dos competencias- parece destinada
a ser un soliloquio del equipo austríaco. Por ahora, al menos, “Checo” parece capaz de hacerle algo de sombra al neerlandés en su ruta a un inminente tricampeonato.