La celebración de la 14ª copa deja más incertidumbre
Los “albos” se impusieron por 3-1 al descendido Magallanes.
En Iquique, Quinteros quizá dirigió su último partido como técnico del “Cacique”.
Pablo Vargas Zec
Era más que un trámite. Era más que el último partido de la temporada. Era más que un premio de consuelo. La final de la Copa Chile, en Iquique, con Colo Colo y Magallanes como protagonistas, tenía múltiples ingredientes que potenciaban el significado y el significante de un trofeo.
Y el “Cacique” se quedó con los honores, ganando por 3-1. Y, con la victoria, se hizo con todo lo que representa el título.
Luego de perder anticipadamente el título que defendía en el torneo local, para los “albos” la final de la Copa Chile era bastante más que la posibilidad de salvar una temporada con más frustraciones que alegrías, considerando la obligación de protagonismo que tiene el club “popular”.
Pero el duelo en el norte representaba otras connotaciones.
El inicio del viaje fue convulso: cinco jugadores del plantel que iban a viajar, pero que no estaban convocados, se quedaron abajo del avión cuando estaban a punto de abordar, generando una airada reacción de Maximiliano Falcón, uno de los afectados.
Pero ese no fue lo único que salpimentó la definición en el vestuario “albo”.
El cruce podía representar el último partido de Gustavo Quinteros al mando de Colo Colo. Una eventual derrota podía pavimentar aún más la salida de un técnico que ya no concita los consensos del directorio, tal como lo demuestra el abrazo que le prodigó Anibal Mosa tan pronto el árbitro Cristián Garay pitó el término del encuentro, sentenciando el 14ª título del club. Hoy, el máximo accionista de Blanco y Negro es el mayor soporte para una renovación que se saldará mañana, en una reunión de la mesa dirigencial.
Para llegar a la celebración, en todo caso, el descendido “Manojito de Claveles” no se la puso fácil al “Cacique”.
Pese a llegar descendido, en largos pasajes dominó el encuentro. Y, de hecho, en un inicio muy interrumpido, por la lesión de uno de los jueces asistentes, Magallanes se puso en ventaja gracias a Joaquín Larrivey, convirtiendo un penal que le cometió Ramiro González (13’). Pero cinco minutos más tarde, la historia comenzó a revertirse, gracias a Emiliano
“Estoy emocionado, muy contento. Tuve momentos feos. Esto nos lo merecemos, porque fue un año duro, de muchos cambios. Toda la mierda que pasamos, lo vale”.
EMILIANO AMOR
Autor del primer gol de Colo Colo
Amor, otro que podría estar despidiéndose de la camiseta blanca. Luego, Erick Wiemberg y Vicente Pizarro (39’ y 60’) consolidaron el resultado, que Brayan Cortés ayudó a mantener cuando la “Academia” se arrimó.
Colo Colo termina celebrando, salvando el año, pero con más incertidumbres que certezas, pese a la copa.