El trabado proyecto para destrabar proyectos
El problema en Chile es grave, aseguran los expertos, que adelantan cómo debería ser la ley que se propondrá estos días. Lo que debe cambiar Propuestas que no deben faltar y lo que no se debe relajar.
“Es posible que uno inicie los trámites para poner un restorán y a los tres o cuatro meses de trámites se instale al lado un jardín infantil y ya no se pueda tener patente de alcoholes”. El ejemplo lo da Máximo Picallo, presidente de Achiga, que agrupa al sector gastronómico y, lo peor, es que continúa señalando que “es bien probable también que el negocio nunca vea la luz porque en la espera de los trámites se acaba el capital inicial”.
Es la llamada “permisología”, es decir, una alta cantidad de trámites a la espera de innumerables permisos en infinitas reparticiones públicas que afecta a pequeños emprendedores y también a grandes compañías que
Que las medidas deben ser urgentes es una opinión transversal. “Tenemos hoy una economía deprimida, poca inversión y desconfianza, y además se especula sobre una posible recesión mundial en 2024 y es preocupante que La Moneda no tome medidas potentes al respecto”, dice el diputado Luis Sánchez (Rep.).
Su par Daniel Melo (PS) propone que “esta ley debe garantizar que los ajustes den certeza jurídica a las comunidades y los titulares de los proyectos. Es un avance que se ponga fin al Comité de Ministros, debemos mejorar la participación ciudadana, incluyendo a las declaraciones de impacto ambiental, incluir la evaluación temprana que mejore el estándar de ingreso de proyectos al sistema, o revisar los plazos de evaluación y la creación de un registro autónomo de consultoras con asesoría técnica para comunidades y empresas”.
Máximo Picallo, presidente de Achiga, comenta sión; 71 entidades responsables de entregar 309 permisos distintos para que un proyecto se transforme en una inversión, de los cuales 63 fueron señalados como críticos, es decir, pueden paralizar que “varias (asociaciones de) Pymes participamos y apoyamos que se mande el proyecto, pero sabemos que es bastante general y no va al detalle, y es ahí donde están finalmente los temas. A lo mejor la solución es una ventanilla única o un sistema donde se presente un anteproyecto y ese se apruebe, o patentes provisorias”.
La experta de la UAndes Pilar Giménez propone “avanzar en que tengamos planes reguladores actualizados, con normas claras y razonables, y que puedan dar una respuesta a las necesidades de las personas; para ello se requiere reformular los procesos de estos instrumentos un proyecto.
Para eso, el Gobierno viene preparando un proyecto de ley del que no se conocen mayores detalles. Es parte del Pacto Fiscal que intenta dar vida el Gobierno y para que sus plazos de aprobación sean acotados a dos años; es fundamental revisar las trabas normativas e inconsistencias que contempla cuatro medidas: reformar el Sistema de Evaluación Ambiental, las Concesiones Marítimas, la Ley de Patrimonios del Consejo de Monumentos y la tramitación de Permisos Sectoriales, que viene del gobierno anterior. Según ha comentado el ministro de Economía, Nicolás Grau, los cambios se harán en 380 permisos, ideas que se desarrollaron en mesas de trabajo.
¿Cuál es el problema actual? Pilar Giménez, directora del Centro de Estudios Territoriales de la Universidad de los Andes, ha estudiado el asunto y señala que “en Chile tenemos un diagnóstico compartido: nuestro contexto regulatorio es confuso, con superposición de normas y facultades dispersas entre muchos organismos públicos, lo cual da cabida a interpretaciones diversas de la autoridad”.
De acuerdo a la experta, los nudos no son pocos: “Normativa mal formulada, excesivamente compleja y dispersa; instrumentos de planificación obsoletos; gran cantidad de actores con supuestas facultades interpretativas; debilidad de los mecanismos de reclamación; falta de sanciones ante el incumplimiento de los plazos legales; ausencia de estandarización de procesos antes las DOM y organismos sectoriales; de profesionales capacitados; de recursos materiales para la revisión de proyectos y de incorporación de mejores tecnologías y digitalización”. se generan entre distintos cuerpos legales y que están paralizando inversiones”.
Hay un asunto de estabilidad, también. “Es muy
El diputado Guillermo Ramírez (UDI) explica que “el problema es doble, por un lado el Estado pide papeles que el mismo Estado tiene y, segundo, hay decisiones que son arbitrarias, como el Comité de Ministros, que es un comité político y tiene que tomar decisiones ambientales sin la expertise, lo mismo con seremis o delegados presidenciales”.
“Hoy nos estamos quedando atrás porque nuestro sistema de permisos es incoherente, con incumplimiento de plazos, falta de coordinación entre los servicios y la baja digitalización, lo que dificulta aún más y pone más trabas a la inversión que necesitamos para volver a la senda de crecimiento”, agrega la diputada Sara Concha (PSC).
El Gobierno lo sabe. “Estoy consciente de que el sistema de permisos en Chile ha llegado a un nivel de irracionalidad e incoherencia que no tiene sentido. Le pido al Parlamento que tramite de manera rápida la reforma, sin mucha creatividad”, declaró la semana pasada el Presidente, Gabriel Boric.
Pero una traba podría darse si se liga el proyecto al Pacto Fiscal que busca el Ejecutivo, mientras que no conocer el texto, por ahora, también genera desconfianzas. El diputado Luis Sánchez (Rep.) señala que “se ha hablado mucho del tema pero hemos visto pocas o, en realidad, ninguna propuesta concreta de parte del Gobierno”. importante que cuando el Estado diga sí, sea un sí para siempre, y no que se anden revocando permisos, y que cuando diga no, que sea rápido”, pide el diputado Guillermo Ramírez (UDI).
Finalmente, superar los requerimientos ambientales es uno de los mayores dolores de cabeza, aunque hay coincidencia que es un asunto en el que no se puede buscar la solución dando manga ancha.
El diputado Melo comenta que “actualmente el sistema de evaluación ambiental tiene como fin proteger a las personas y el medio ambiente. Se debe avanzar en cambios, sin embargo, no estoy dispuesto a apoyar que se rebajen los estándares ambientales, el desarrollo debe ser sano y equilibrado”.