Aprovecha la oportunidad y no sorprende que lidere
“Nacho” Cornejo. Tras ganar por segunda vez en cuatro etapas, el iquiqueño es puntero del Dakar en Arabia Saudita. El piloto chileno del HRC toma la decisión de tirar al pelotón, aprovechando un reglamento que castiga menos a los ganadores paciales.
Al ataque.
En 2021, a tres días del final, luego de un trío de etapas, José Ignacio Cornejo lideraba el Rally Dakar. Sin embargo, una caída fuerte, con conmoción cerebral incluida, apeó los sueños de gloria del iquiqueño.
Ahora, en la 46ª edición del Dakar, tras cuatro de 12 etapas, el “Dragón” ha ganado en dos parciales, incluida la conseguida ayer. Llega a siete victorias en total en su trayectoria en la prueba. Pero, lo más importante, se instala como puntero de la carrera en la categoría Motos, la más importante, pero también la más esquiva para los pilotos nacionales que, desde que Carlo de Gavardo abriera la participación nacional en la serie, nunca ha podido tener a un chileno en lo más alto del podio.
Ahora, parece que Cornejo viene bien perfilado. Tal como hace tres años.
El recorrido, dicen los expertos, parece acomodarle al piloto de Honda.
Ayer, en la segunda parte de una etapa de semimaratón, con restricción de tiempo de trabajo de los mecánicos en la tarde de la jornada del lunes, Cornejo volvió a lucir su solidez. Fue el más rápido uniendo Al-Salamiya con Al-Hofuf, en una especial rápida y, como se prevía, sencilla, donde ha hecho valer su sexto lugar de partida para dominar casi de principio a fin, sin la necesidad de guiar al grupo de avanzada.
El “Nacho” tiene una historia particular con el Dakar. Naros cido y criado en el desierto del Norte Grande, hijo de “PPS” -un reconocido endurista de la zona-, cuando la carrera más dura del mundo se corría en Sudamérica tuvo algunas incursiones como piloto privado y, siendo muy joven, sus resultados eran alentadores. Pero el financiamiento no alcanzaba para proyectarse más allá que la principal carrera off road.
Así, la Ingeniería Civil Industrial en la Universidad Arturo Prat de Iquique fue el camino de Cornejo por tres años. Pero finalizaba 2017 y su tercer año de estudios de pregrado cuando fue llamado de emergencia por Honda, para reemplazar al piloto portugués Paulo Gonçalves, quien se lesionó a última hora. Y pasó de estar casi retirado a ser piloto oficial de HRC, puesto que conserva hasta ahora en el team del “Ala Dorada”, donde no es el piloto más importante o mediático. Pero sí un crédito confiable.
De hecho, ese Dakar de 2018, que le cayó de casualidad, fue la gran oportunidad para el nortino, quien demostró el talento y la velocidad que esbozaba como piloto privado, ahora sobre una moto oficial de la marca japonesa.
En su séptima temporada en el HRC, “Nacho” sigue demostrando su valía y busca su primer podio en el Dakar, luego de haber sido cuarto en 2020 y de la notable carrera que venía haciendo en 2021.
“La clave fue ser prolijo, no fallar, ser rápido y no atacar como loco”, repasaba Cornejo tras el cierre de la cuarta jornada.
Para la etapa de hoy, el triunfo de ayer no debería significarle demasiada mella, pese a que su margen sobre el botsuano Ross Branch es de apenas un minuto y 15 segundos. El líder de los prime
días peleó por conservar el liderato, pero no pudo con el ritmo endiablado de Cornejo -sobre todo en el tramo finaly tuvo que ceder ese puesto de privilegio. En el último control de paso estaba aún por delante por ocho segundos en la general, pero el empuje final del chileno le relegaron al segundo puesto.
Pero la tarea es defender la cima de la clasificación. Para ello, contará con un poco de ayuda de las reglas. Hace dos años se ha adoptado un sistema de bonificaciones, con el fin de reducir la desventaja del piloto que abre ruta, honor reservado para el ganador de la etapa anterior. Cuando un piloto sale adelante, se ve obligado a navegar sin huellas que le ayuden y, por lo general, pierde terreno con respecto a sus perseguidores. Inicialmente, la compensación de tiempo se concedía por tramos a los tres primeros pilotos, con un máximo de 1,5 segundos por kilómetro en las distancias recorridas. Este año, la bonificación se concede al primero y potencialmente a todo el grupo con el que rueda si se cronometran a menos de 15”. Con ello, el “Nacho” puede sostenerse en los puestos de avanzada en los desafíos que vienen.
“La idea era salir un poco más atrás, pero las oportunidades hay que aprovecharlas. Hoy (ayer) me di cuenta de que veníamos haciendo una buena carrera con los pilotos que veníamos en punta, y tomé la decisión de tirar y asumir a abrir pista. Saliendo en punta o desde atrás, hay que seguir dando lo mejor de uno cada día en este Dakar”, repasaba el iquiqueño.
Quien no la pasa bien es Pablo Quintanilla. Aunque no tan mal como Ignacio Casale, quien quedó fuera de carrera el lunes, luego de no poder completar el recorrido en la serie de autos T3. “Quintafondo” no la pasa bien con la Honda que maneja. Remató 19º en la etapa y cayó al séptimo puesto de la general, a largos 31’44’’ del iquiqueño.
La quinta etapa asoma engañosa, con apenas 118 kilómetros cronometrados, pero con un enlace larguísimo y que Cornejo debe empezar a recorrer a las 4:45 horas. Será sobre un mar de dunas, blandas, en una etapa clave antes del temido “Cuarto Vacío”, especial de 48 horas que se disputará entre jueves y viernes.
Es momento de ver de qué está hecho Cornejo.
"Con la nueva Honda me siento muy bien. Ya en la carrera de Marruecos (última fecha del Mundial 2023), que no son terrenos que me favorecen, la sentí muy bien. Y en esta carrera sigo confirmando lo bien que va la moto y lo cómodo que me siento". JOSé IGNACIO CORNEJO Piloto chileno, líder del Dakar en Motos tras cuatro etapas.