En Roma no tuvo nada de único ni especial
El técnico fue despedido de los “giallorossi”, donde su gestión estuvo marcada por los contrastes.
“Nos gustaría dar las gracias a José en nombre de todos nosotros en la AS Roma por su pasión y esfuerzo desde su llegada al club. Siempre tendremos un gran recuerdo de su etapa en Roma, pero creemos que un cambio inmediato es lo mejor para el club”.
José Mourinho cumplía su tercera temporada de contrato con la Roma. Con el equipo de la capital italiana, el técnico portugués completaba su vínculo en junio próximo y bajo su mando, llevó a los “giallorossi” a conquistar la Conference League de la Uefa en su primer año de gestión, para llegar a la final de la Europa League en el curso siguiente. Sin embargo, la gestión de “The Special One” en la escuadra romana tuvo contrastes fuertes. A esos logros, sumó polémicas y, sobre todo, reveses duros, como la reciente eliminación de la Coppa, tras perder el clásico capitalino con la Lazio, y la goleada del pasado fin de semana, donde el 3-1 favorable al Milan dejó al luso y sus jugadores relegados a la novena posición del Calcio.
La suma y la resta de logros respecto de traspiés hizo que la paciencia de la familia Friedkin, controladora de la Roma, se agotara.
Mourinho fue despedido con efecto inmediato, dejando al cuadro romano en riesgo de quedarse por sexta campaña consecutiva sin participar en la Champions League.
Para los estadounidenses dueños del club, los resultados no fueron lo único que hizo mandatorio el cambio de técnico. Durante su ejercicio, “Mou” recibió varias sanciones por sus protestas y críticas a los árbitros. De hecho, la Uefa sancionó al entrenador portugués con cuatro partidos de suspensión en competiciones europeas por insultar al juez de la final de la Europa League en el estacionamiento del estadio, luego de la derrota de su equipo frente al Sevilla. Las protestas también motivaron su suspensión para el partido del pasado domingo contra el Milan, que terminó en goleada. Así que la paciencia de los Friedkin se agotó.
Eso, pese a que antes del reciente fin de año el propio Mourinho había manifestado
su intención de extender su contrato con la Roma, cuando concluyera el vigente trato de tres años que regía hasta mitad de 2024.
Además de palabras de buena crianza en el comunicado de despedida, se indica que el club espera resolver la sucesión a la brevedad, con el excapitán Daniele De Rossi asumiendo interinamente, ante los reportes de que los propietarios estarían tratando de contratar a Antonio Conte para la próxima temporada.