Las lecciones de urbanismo y gestión de riesgo que deja el nuevo desastre
El gran déficit habitacional origina asentamientos en lugares muy peligrosos. “Cambio en las condiciones de bordes urbanos rurales no es inocuo”, dice especialista.
“Hay que cambiar la Ley General de Urbanismo y Construcción y la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones”
CONSTANZA GONZáLEZ UDD y Cigiden
Los numerosos incendios de los últimos años en Chile, iniciados con carácter forestal y que terminan destruyendo viviendas, han puesto varias veces el foco de atención en los sitios en los que viven muchas personas.
Es que el déficit habitacional del país -de casi 600 mil unidades según el Minvu y de 1,1 millones de acuerdo la
Cámara Chilena de la Construcciónlleva a construir en lugares peligrosos.
Constanza González -académica de Arquitectura de la UDD e investigadora del Cigiden- apunta que “los incendios forestales que impactan a zonas pobladas son un fenómeno relativamente nuevo en chile. Por eso los instrumentos de planificación urbana no han considerado ese riesgo. Y es frecuente que asentamientos
A esa cantidad subió
el número de fallecidos por los incendios, según la última información entregada ayer por el Servicio Médico Legal. informales se establezcan en terrenos de gran exposición con construcciones muy vulnerables. Además, las capacidades de los instrumentos para detener esas construcciones son limitadas. Hay que cambiar la Ley General de Urbanismo y Construcción y la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones”.
Este megaincendio y esta temporada ya son las más mortíferas de la historia desde que hay registros en Chile. Y ha dejado en evidencia los problemas estructurales que tenemos al momento de enfrentar esta emergencias. Existe incapacidad del
Y Carlos Aguirre, investigador de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la USS, añadeque “es clave entender que el cambio en las condiciones de nuestros bordes urbanos rurales no es inocuo ni responde a la voluntad administrativa...
Falta ayuda y copamiento del territorio por el Estado en un momento crítico, lo que va generando más tensión en las comunidades. Y hasta se puede llegar a potenciales problemas de orden público y seguridad.
Por eso seguir sin gestión de riesgos ni gestión urbana y sin manejo de la interacción entre plantaciones, bosques y zonas urbanas, campamentos, parcelaciones e infraestructuras, nos lleva a estar en constante riesgo”.