Los exitosos “Cóndores” toman vuelo intercontinental
El hooker del seleccionado nacional parte al Racing 92, uno de los equipos más importantes de Europa.
E. S. Z. y P. V. Z.
Mientras la “Generación Dorada” del fútbol se apresta a celebrar una década desde su logro en la Copa América de Chile 2015, y sus protagonistas desandan el camino entre Sudamérica y Europa, las estrellas de los “Cóndores” recién empiezan a transitar su camino hacia los grandes escaparates del rugby.
Luego de su primera y alabada incursión en el Mundial de Francia el año pasado, los rugbiers nacionales comenzaron a ser más apreciados en el mercado europeo.
Es así como Diego Escobar, hooker nacional, acaba de ser contratado por el Racing 92 francés, en un vínculo que los unirá por tres años y que equivale a que un futbolista chileno firme en uno de los actores de primera línea del balompié europeo.
Para los seguidores del juego de la ovalada, el club no es desconocido. Hace unos años, militó el nacional Sergio Valdés, segunda línea de los “Cóndores” ya retirado. Claro que, por aquellos años, el equipo estaba en segunda división. Hoy, se trata de uno
de los más potentes de la poderosa liga francesa, donde comenzó a brillar desde 2009, cuando lo compró un empresario muy famoso en tierras galas, Jacky Lorenzetti.
Con éxitos más bien recientes, el Racing 92 es dirigido por Stuart Lancaster, quien fuera entrenador de Inglaterra por cuatro años y que llegó al equipo francés después de la Copa del Mundo de 2023. Sus ayudantes son de lujo: Yannick Nyanga, Frédéric Michalak y Dimitri Szarzewski, todos exseleccionados franceses.
Michalak, de hecho, tiene un vínculo con el rugby nacional, ya que jugó el Mundial Juvenil de 2001 desarrollado en nuestro país.
El hijo menor del recordado
rugbista Alfonso “Pequeño” Escobar se sumará a mediados de año a un plantel donde destacan Siya Kolisi, bicampeón del mundo con Sudáfrica y primer capitán
de raza negra de los “Springboks”; Trevor Nyakane, compañero de Kolisi en los Springboks y con números parecidos; así como muchos seleccionados y exseleccionados franceses, además del veterano argentino Juan Imhoff.
La dimensión del club también se refleja en su estadio, el espectacular Paris La Défense Arena, de pasto sintético retráctil, techo fijo, pantallas gigantes y una vocación multiuso que lo hace ser escenario habitual de megaconciertos musicales.
Escobar llamó la atención de esta importante institución en el Mundial galo. Sobre todo, gracias a su actuación en el duelo inaugural de los nacionales, cuando pusieron en problemas a Japón. Ahí, el hooker intentó ocho tackles, todos con éxito. Como si eso fuera poco, recuperó pelotas y anotó un try.
Con 1,76 metros de estatura y 97 kilos, asoma como un jugador relativamente bajo para la posición que desempeña, pero tiene una excelente relación peso-estatura, que le permite ser muy fuerte en el contacto, por tener un centro de gravedad bajo. Es muy seguro en las dos tareas básicas de su puesto: asegurar la posesión en el scrum y ser muy preciso al lanzar los lines out. Asimismo, tacklea con bastante eficacia y en el juego suelto, con la ovalada en la mano, es bastante hábil y fuerte: rara vez pierde el balón y sabe pasarlo criteriosamente cuando corresponde.
Así, cuando la “Generación Dorada” del balompié empieza la retirada, las estrellas emergentes del rugby chileno empiezan a dar el salto del charco para llegar a los grandes escenarios.