Fuera de la cámara, más allá de la fama

Germán, eres una personalidad destacada y las personas quieren conocer mucho de tu vida. ¿Cómo es un día típico para ti?

—Generalmente, siempre trato de compartir un poco de mi vida, aunque siempre hay mucho que queda fuera de la cámara. Soy una persona que protege su mañana, creo que es la parte que más puedo controlar. Me gusta salir a tomar un café, empezar el día tranquilo. En la tarde, comienza todo, el ruido, grabar videos, a veces salir a un estudio musical, hacer una canción. Es bastante variado; cada día es diferente.

¿Te imaginaste llegar a este punto, hasta el nivel de influencia que tienes? ¿Qué esperabas al principio?

—No, para nada. Yo creo que nadie realmente espera que le vaya bien. Al principio, lo haces porque quieres divertirte, pasar un buen rato. Te imaginas algo espectacular. Recuerdo la primera vez que sentí que esto estaba siendo exitoso; fue en YouTube cuando el contador se quedaba pegado en 300 visitas. Ese fue mi primer logro, y dije, “wow, 300 personas, se está volviendo fuera de control”.

Llevas muchos años haciendo contenidos, ¿cómo manejas ahora tu éxito?

—Me lo tomo bastante casual. Aunque subo videos todos los días, lo hago con tranquilidad. Creo que es clave seguir disfrutándolo.

Tengo alrededor de dos mil videos y el 99,9% son contenidos que realmente quiero hacer.

Al estar frente a una cámara con tanto impacto, ¿sientes alguna responsabilidad?

—Sí, he aprendido a ser lo más sincero posible. Cometí errores en el pasado, pero ahora trato de ser súper honesto. Si cometo una falta, lo admito directamente a mi audiencia y pido disculpas. Creo que eso ha sido vital para la confianza con mi público.

¿Cómo manejas las críticas o el odio en las redes?

—Afortunadamente, no veo mucho odio. Trato de no pasar mucho tiempo en redes sociales. Siempre me enfoco en los comentarios positivos y aunque haya alguno negativo, aprendí a ignorarlo y tomármelo relajado, no personal.

¿Cómo observas la industria de influencers que ha surgido en los últimos años?

—Creo que era inevitable. Todos tenemos la necesidad de comunicar algo y ahora todos pueden hacerlo con un teléfono. Es algo positivo; ahora tenemos acceso a más personas y más talento.

¿Cuál es tu promesa para el público?

—Mi promesa es ser siempre lo más honesto posible. Cambio constantemente lo que hago, porque de verdad quiero hacerlo. La honestidad es clave; llevo más de 10 años haciendo esto y seguiré disfrutándolo.