Haití, con toque de queda tras violenta fuga de 4.000 presos
Las cárceles, y hasta el aeropuerto de Puerto Príncipe, fueron asaltadas por pandilleros dirigidos por un expolicía.
Las autoridades en Haití impusieron toque de queda en un intento por recuperar el control tras un estallido de violencia durante el fin de semana, en el que pandilleros asaltaron los dos penales más grandes del país y liberaron a sus prisioneros.
La noche del domingo comenzó un estado de emergencia de 72 horas y el gobierno afirmó que perseguiría a asesinos, secuestradores y otros criminales violentos que se habían fugado.
El primer ministro, Ariel Henry, viajó al extranjero la
semana pasada para tratar de lograr apoyos para un plan de desplegar una fuerza de seguridad con apoyo de la ONU.
Al menos nueve personas fueron asesinadas desde el jueves -cuatro de ellas, policíasen ataques coordinados de las pandillas contra instituciones del Estado.
Casi todos los aproximadamente 4.000 reos escaparon, lo que dejó una prisión normalmente abarrotada extrañamente vacía el domingo, sin guardias y con sandalias de plástico, ropa y muebles tirados en el patio de concreto. A la entrada del recinto se veían tres cuerpos baleados. En otro vecindario se veían los cadáveres ensangrentados de dos hombres con las manos atadas a la espalda.
Entre las pocas docenas de personas que decidieron quedarse en la prisión estaban 18 exmilitares colombianos acusados de trabajar como mercenarios en el asesinato, en julio de 2021, del presidente de Haití, Jovenel Moïse. Entre los combates del sábado, varios de los colombianos compartieron un video en el que pedían por sus vidas. “Por favor, por favor ayúdenos... Están masacrando la gente indiscriminadamente dentro de la celda”, dijo uno de los hombres, Francisco Uribe, en un video de 30 segundos compartido en redes sociales.
Los pandilleros también se abrieron paso en otra prisión de Puerto Príncipe donde había unos 1.400 reos.
Los enfrentamientos armados siguen a una serie de protestas violentas que se tornaron más letales en los últimos días cuando Henry, el primer ministro, viajó a Kenia para salvar una propuesta misión de seguridad en Haití que sería encabezada por ese país de África Oriental. Henry asumió el cargo de primer ministro tras el asesinato de Moïse y ha pospuesto los planes para realizar elecciones parlamentarias y presidenciales, pendientes desde casi una década.
La Policía Nacional de Haití cuenta con aproximadamente 9.000 agentes para brindar seguridad a más de 11 millones de personas. Los agentes suelen verse superados en número y armamento por los pandilleros, que se estima controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe.
Jimmy Chérizier, expolicía de élite conocido como “Barbecue” que ahora dirige una federación de pandillas, se atribuyó la oleada de ataques. Dijo que el objetivo era capturar al jefe de policía y a los ministros del gobierno de Haití e impedir el regreso de Henry.
El primer ministro, de profesión neurocirujano, rechazó los pedidos de renuncia y no comentó cuando se le preguntó si sentía había condiciones para que volviera a Haití.
Después de que las pandillas dispararan al aeropuerto internacional la semana pasada, la embajada estadounidense suspendió todos los viajes oficiales al país e instó a todos los estadounidenses a marcharse lo antes posible. La embajada dijo que también cancelaría todas las citas consulares hasta el jueves.
El gobierno de Biden, que ha rechazado de plano enviar tropas a cualquier fuerza multinacional y en su lugar ha ofrecido dinero y apoyo logístico, dijo que seguía con gran preocupación el rápido deterioro de la situación de seguridad.
“HEMOS TOMADO NUESTRO DESTINO EN NUESTRAS MANOS. ESTA BATALLA ES PARA CAMBIAR EL SISTEMA”
JIMMY ‘BARBECUE’ CHéRIZIER Jefe de los pandilleros