Los beneficios del “salario emocional”, la retribución que no se cobra en dinero
Desafío para las empresas. Ganancias no materiales tienden a cobrar valor a la hora de comprometer a los trabajadores.
“Son beneficios no económicos ni tangibles que contribuyen a una mejor calidad y nivel de vida de los colaboradores”
CLAUDIO OYARZúN HumanNet
“Existe la necesidad de que más empresas actualicen sus sistemas de compensaciones para que integren otros elementos, además del salario normal”
FRANCISCA ESPINOZA UNAB
Marcelo González Cabezas Claro es que la principal motivación para trabajar es el sueldo, la retribución monetaria que se recibe por cumplir con el compromiso adquirido.
Pero en el actual mundo laboral, son cada vez más las empresas que se están dando cuenta de la importancia que tiene para retener y motivar lo que ha sido llamado el “salario emocional”, un grupo de beneficios no económicos que reciben los empleados y que, en ocasiones, para algunos pueden ser tan importantes como el sueldo.
“El salario emocional escapa a la tradicional compensación en dinero que todos conocemos. Son beneficios no económicos ni tangibles que contribuyen a una mejor calidad y nivel de vida de los colaboradores. Ayudan en gran medida a mantener o elevar la satisfacción y el bienestar de los trabajadores”, dice Claudio Oyarzún, gerente general de HumanNet, empresa de gestión de capital humano.
El ejecutivo añade que “este concepto se centra en el desarrollo integral de los colaboradores, generando un impacto positivo en su satisfacción laboral, compromiso y productividad”.
Desde la academia, la economista del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, Francisca Espinoza, sostiene que “hoy existe la necesidad de que más empresas, como ya lo hacen algunas, actualicen sus sistemas de compensaciones para que integren otros elementos, además del
salario normal”.
La especialista agrega que “tales elementos son, por ejemplo, la preocupación por el ambiente laboral y la flexibilización de la jornada, entre otras. Además, se vuelve a poner alerta en la necesidad de que la política pública apoye de manera directa a las madres, ya que en muchos casos el menor desarrollo de ellas dentro del ámbito
del trabajo se debe a la imposibilidad de equilibrar la vida familiar con el trabajo, subdesarrollando todas las capacidades que podrían explotar”.
Claudio Oyarzún detalla los beneficios que conlleva asumir el concepto de salario emocional: “Ayuda al desarrollo profesional y puede traducirse en una vía efectiva para retener a los trabajadores más talentosos, mediante la entrega de oportunidades para que puedan desarrollarse y crecer en términos profesionales. Para ello se deben poner en marcha programas de capacitación, mentorías y/o la posibilidad de ascensos internos”.
Horarios flexibles
También explica que “la mayor flexibilidad laboral, traducida en poder trabajar de manera remota o híbrida, o bien establecer horarios de trabajo diferidos, son regalías muy valoradas, pues posibilitan un mayor equilibrio entre sus vidas laboral y personal”.
Otro punto que se puede sumar al salario laboral es “entregar beneficios de salud adicionales, realizar talleres para el manejo del estrés o llevar a cabo actividades recreativas”.
El representante de HumanNet dice que en el concepto también entran “días libres adicionales, impulsar una cultura organizacional centrada en lo positivo, contar con zonas de confort o esparcimiento o establecer días de “Pet Friendly”, permitiendo a los colaboradores llevar a sus mascotas a la oficina”.