Una derrota dolorosa que deja heridas y puede tener más consecuencias
“Tenemos el partido más importante del año el miércoles. En ese partido no podemos regalar un tiempo como lo hicimos ante la ‘U’. A descansar y ojalá clasificar a Libertadores”.
Más allá de que Arturo Vidal intentó desperdigar la derrota ante Universidad de Chile en el estadio Monumental, el golpe que significó en el camarín del “Cacique” perder tras 22 temporadas en casa deja algunas heridas. Y no sólo en el ego.
Porque, aunque “Celia” lo niegue, el cachetazo anímico fue brutal. De hecho, el propio mediocampista intentó compensar las pullas de las redes sociales publicando los 23 títulos que ha ganado en su carrera. Sin embargo, el oprobio de ser parte del equipo que perdió la hegemonía tiene otros matices.
Para el “Superclásico”, Vidal había sido preservado en el duelo del miércoles pasado por la Copa Libertadores en Asunción. La idea fue que llegara en buena forma al compromiso con los “laicos”, al que llegó en condiciones de disputar una hora de juego. Pese a ello, Jorge Almirón decidió que se mantuviera en cancha de principio a fin. De hecho, el técnico sorprendió cuando, a los 71’, mandó al campo a Vicente Pizarro en reemplazo de Leonado Gil, cuando se esperaba que saliera el “Rey”.
Ahora, con el “derbi” perdido, asoma rápidamente Sportivo Trinidense, colista del torneo paraguayo, pero contra el que no pudo asegurar la llave jugando en la capital “guaraní”. Para ese cruce, era necesaria la presencia y liderazgo de Vidal. Pero aún es un misterio el estado de recuperación que tendrá para el trascendental compromiso, que él mismo calificó como el más importante del año.
Pero no sólo Vidal terminó desgastado tras 112 minutos de acción. También Carlos Palacios salió rengueando.
Dudas para la Copa Libertadores. Vidal y Palacios terminan el “Superclásico” muy desgastados.
Premios. Ad portas de un acuerdo, la negociación distancia al plantel de la dirigencia.
“Cuando pasa este tipo de cosas, sale todo a la luz. Sabemos que los dirigentes tiran las cosas por conveniencia de ellos. Llevo mucho tiempo acá, sé como es el tema…”.
ESTEBAN PAVEZ
Capitán de Colo Colo, comentando la filtración de los detalles por las negociaciones de los premios.
Además, el técnico afronta el problema de reemplazar a Óscar Opazo, suspendido en el torneo internacional por sumar dos tarjetas amarillas, con lo que debe reorganizar el bloque posterior. Almirón se debate entre tres cartas para suplir al “Torta”: Jeyson Rojas, Bruno Gutiérrez y César Fuentes. Pero, en todo caso, no todas son malas noticias para el entrenador argentino de los “albos”, quien supo de la recuperación de Pablo Parra, quien estará disponible para mañana.
Al cambio obligado en el lateral derecho, se suma la probable incorporación desde el arranque de Guillermo
Paiva como centrodelantero, luego de un par de partidos donde ingresó desde el banco y ayudó a darle un nuevo aire a la ofensiva “popular”, aunque aún no logra inaugurar su cuenta con la camiseta blanca. Eso, en todo caso, también denota que la fórmula de “9 Falso”, con Carlos Palacios en el eje de la ofensiva, termina por sufrir un duro revés tras la incursión en Paraguay y la derrota dominical ante la “U”.
Para colmo de males, aún restan detalles para sellar el acuerdo por los premios que piden los jugadores “albos” por su participación internacional. Ayer, en un directorio extraordinario de Blanco y Negro, se mandató al gerente general y el deportivo, Alejando Paul y Daniel Morón, a cerrar la negociación, intentando lograr un acuerdo algo más favorable al 60% de los dineros que llegarán desde la Conmebol por jugar en copas continentales.
Y aunque el plantel logre
la porción de la torta que pide, el proceso ha dejado melladas las relaciones entre los jugadores y la dirigencia.
Con un escenario con bastantes más problemas de los deseables, Colo Colo y Almirón afrontan el partido al que Vidal le sumó un lastre adicional al motejarlo como “el partido más importante del año”.