A dos años de la desaparición de Marco Opazo: dolor e indignación en la familia
El rastro del excrack de Palestino y la selección chilena se perdió el 19 de marzo de 2022 y sus cercanos denuncian negligencia en el manejo del caso.
Este martes se cumplieron dos años desde el día en el exfutbolista de Palestino y la Selección chilena, Marco Opazo Castillo –de 60 años-, salió desde su casa en la comuna de Lampa y nunca más se supo de su vida. La pesadilla ya parece eterna para su familia, que lo busca desde entonces en forma incesante aunque su hermana, Ximena, hoy se resigna a creer que está muerto y reclama el apoyo de las autoridades para impulsar una investigación que revele la verdad del enigmático caso.
De intachable profesionalismo y vida ordenada, Opazo fue un destacado defensa lateral de Palestino, Iquique,
Antofagasta y Deportes Linares que desarrolló su carrera entre los años 1980 y 1997, con varias nominaciones a la selección chilena. Después de culminar su carrera se radicó en Lampa, donde desarrollaba sus actividades trabajando con menores en escuelas de fútbol.
La jornada del 19 de marzo de 2022 salió de su hogar a las 11 de la mañana, vestido con polera y shorts, zapatillas deportivas y un polerón gris con capucha, tomando un destino desconocido. Según registra el GPS de su celular, abordó un bus con dirección a Estación Central, perdiéndose la señal de la comunicación en la Ruta 68, antes de la entrada a la localidad de El Noviciado, que coincide con el camino de retorno a Lampa.
Ximena Opazo encabeza hasta ahora la incansable campaña para encontrarlo, a la cual se han sumado vecinos y amigos, y asumió una vocería que traduce el enorme dolor de los padres, hermanas e hijos del excrack. “Ya vivimos el luto y sólo queremos encontrarlo y darle un lugar tranquilo para que descanse en paz”, confiesa.
Y luego denuncia que “la investigación fue mal hecha; jamás han buscado a mi hermano. Nosotros, los hijos, su familia, hemos salido a recorrer cerros, laderas y canales. Desde el primer día y hasta hoy”. La hipótesis de la mujer apunta a que “a mi hermano lo asesinaron y tienen oculto el cuerpo.
Una persona que se quita la vida aparece; si lo hubiesen asaltado lo encontrábamos. Quizás vio algo, entonces obviamente la van a ocultar. He ido a consultar médium, a tarotistas, a diferentes personas que podrían ayudarnos”, reconoce, con desesperación.
Impotente ante la negligencia en la investigación, la familia presentó una querella que obliga a indagar el enigmático caso desde cero. La representa judicialmente Pedro Díaz, el abogado especialista que defendió a Fernanda Maciel, la joven que estuvo
desaparecida 500 días antes de comprobarse su asesinato.
“La señal del celular de Marco se pierde casi a la entrada de El Noviciado. Entregamos ese antecedente a las autoridades, pero el barrido en esa zona se hizo sólo 6 meses después”, denuncia.
“Marco era deportista, nunca fumó ni tomó: un ejemplo. Trabajaba con niños en la corporación de Deportes de la Municipalidad de Lampa. Le gustaba trabajar en las poblaciones peligrosas, donde había jóvenes en riesgo social”, recuerda.