Si quieres salir a correr, elige bien las zapatillas
Aquí tienes una pequeña guía para saber cuál es el calzado deportivo adecuado para tus propósitos, porque cada actividad requiere uno especial.
Comprar un par de zapatillas para que tu look sea más deportivo no tiene ningún problema. Basta que te guste la forma, el color o la marca y punto. Pero si quieres hacer ejercicio, como salir a correr, debes analizar bien cuál es el calzado deportivo más adecuado a la actividad.
Antes, cualquier zapatilla servía para salir a trotar. Sin embargo, hoy los fabricantes de calzado deportivo utilizan la tecnología precisa para que lo que vayas a usar, dependiendo de las circunstancias, como el terreno, por ejemplo, sea justamente la más adecuada, tanto para el agarre mismo, como para evitar lesiones en las articulaciones –rodillas y tobillosque se ocasionen problemas futuros.
El sitio www.runnersworld.com nos ayuda con estos consejos para salir de dudas.
Lo primero es ir a tiendas especializadas, donde generalmente te pueden ayudar a la hora de elegir el par de zapatillas que necesitas.
Ten en cuenta que no sólo importa el tipo de terreno por el que vas a salir a correr –no es lo mismo hacerlo en cemento que a campo traviesa-, sino también el uso que le vas a dar: si es para entrenar o para competir.
Cuando ya tengas un modelo preseleccionado, es la hora de probárselo en la tienda o en caso de comprarlo por internet, asegurate de saber la talla correcta.
Eso sí, siempre elige el número correcto de pie, ni uno menos ni uno de más, porque puede pasarte factura a largo tiempo. Aunque lleves plantillas personalizadas.
Los dedos no deben estar oprimidos tanto por la puntera como por ambos lados, y la punta debe llegar hasta esa zona donde empiezan a estrecharse las zapatillas.
Deben estar lo suficientemente apretadas como para bloquearlas sobre el empeine, pero no apretadas que puedan oprimir esa zona del pie. La mejor prueba es que puedas meter un dedo entre el nudo de los cordones y la lengüeta de la zapatilla.
En cuanto al ancho, comprueba que hay poca o ninguna presión sobre el dedo meñique y sólo una ligera presión en el dedo gordo.
Comprueba que el talón no se sale y que nada roce contra tu tobillo.
Observa cómo el upper (la malla o tejido que engloba la zona del empeine, los lados y el talón) se ajusta a tu pie, si se abulta o estira, es posible que necesites un ajuste más ceñido, y si se ciñe demasiado, es posible que deba agrandarse.
¿Cuál es la mejor forma de probarlas? Caminar con ellas, o, incluso, correr un sprint en la tienda.
Y, por último, cuando ya tengas las zapatillas, sal a la calle a ponerlas a prueba. Será la mejor forma de saber que fue un acierto el elegirlas.
Y ojo, porque normalmente se puede cometer un error grave. Por ejemplo, comprar las zapatillas por el aspecto. Es decir, fijarse más en el diseño exterior, que en tus necesidades, el ajuste, el tacto y la funcionalidad. Aunque sean muy bonitas, pero, aunque lo sean y sientes que no te funcionan, es que ese par de zapatillas no está hecho para ti.