Maisa Rojas “El término ‘permisología’ es de fantasía y es peyorativo”
Entusiasmada y con energía dice estar la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, la científica que el 11 de marzo de 2022 asumió esa cartera y que no esconde lo que califica como un positivo trabajo hecho desde entonces.
Esta reconocida académica aterrizó en el Gobierno del Presidente Gabriel Boric para dirigir un tema de creciente importancia, y que por lo mismo a veces se torna espinudo.
“Estoy muy contenta, pues he logrado varios de los objetivos que tenía en mi mente cuando asumimos… Estamos haciendo bien la pega y vamos por buen camino. Y en esta segunda parte del Gobierno hay que seguir consolidando la implementación de logros, como la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y el ingreso del proyecto de Ley de Residuos Orgánicos, y trabajar en otros dos proyectos que entraron al Congreso en enero pasado. Uno forma parte del Pacto Fiscal y es la reforma ambiental 2.0, con foco en el Sistema de Evaluación Ambiental, para dar más certezas y acortar los tiempos de tramitación de los proyectos. Y otro tiene que ver con la reforma a la Superintendencia del Medioambiente”, dice la secretaria de Estado a Publimetro, cuando gran parte de su atención se centra en la Tercera Conferencia de las Partes COP3 del Acuerdo de Escazú, que tendrá lugar desde este lunes 22 y hasta al miércoles 24 en la sede de la Cepal en Santiago, encuentro que será inaugurado por el Presidente Gabriel Boric (recuadro).
Cuando llevaba cinco meses en el cargo, en agosto de 2022, nos señaló que su meta era lograr que el tema medioambiental fuera transversal, ¿cree que se ha avanzado en ese sentido? —Sí, y tenemos ejemplos de ello. Uno es la Estrategia Nacional del Litio, que ha tenido varios hitos y es inédita porque contempla una red de salares protegidos. Otro es el Programa de Desarrollo Productivo Sostenible, que se financia con el dinero del litio e involucra a seis ministerios. Y otro es la convocatoria que hicimos con Economía a un grupo de personas para en un corto plazo nos entreguen medidas para concretar el desarrollo sostenible, acelerando la carbono neutralidad y la resiliencia de la economía. Son muestras de que cuidar el medioambiente no es una traba para el desarrollo, sino que es una condición del desarrollo, y que esta crisis puede ser una gran oportunidad.
El capítulo Zalaquett
A fines del año pasado, la ministra Maisa Rojas protagonizó un hecho que la tuvo en la mira pública durante semanas. Fue su visita en tres ocasiones a la casa del exalcalde UDI de La Florida y de Santiago, Pablo Zalaquett, un reconocido lobista que trabajaba -y trabajareuniendo a autoridades con empresarios. Y no fueron pocos los ministros que asistieron a esos encuentros, pues aparte de Maisa
Rojas llegaron sus colegas de Agricultura (Esteban Valenzuela), de Economía (Nicolás Grau), de Trabajo (Jeannette Jara), de Relaciones Exteriores (Alberto van Klaveren) y del Interior (Carolina Tohá).
La ministra del Medio Ambiente declaró en su momento que “la verdad es que no lo tenía claro (que el exedil era lobista)… Yo recibí una invitación en un contexto para tender puentes, para conversar, para que uno se conociera con gente con la cual yo tengo poca relación en el mundo privado”.
Y con el pasar de los meses, su respuesta es concisa
al tocarle el tema.
—“Me referí bastante durante el verano a ese tema. Y no sólo lo hice yo, sino que también la Contraloría (entidad que aseguró que no hubo omisiones respecto de la Ley de Lobby en esas reuniones que no fueron registradas). Así es que lo doy por superado”.
¿Y cómo está su relación con la Comisión de Medio Ambiente? De forma transversal esa vez sus integrantes indicaron que por esos encuentros con Pablo Zalaquett se habían roto las confianzas e incluso algunos pedían su salida del ministerio…
—Creo que la manera más clara de ver cómo está la relación con la Comisión es que estamos trabajando todas las semanas en lo que nos corresponde, que es la discusión de los proyectos de ley presentados. Y se está avanzando.
¿Qué piensa cuando se reclama por la permisología?
—El término permisología es de fantasía y es peyorativo respecto de las autorizaciones que el Estado da para la realización de ciertas actividades… Lo que puedo agregar es que nuestro proyecto contempla medidas para hacer más eficiente el trabajo de evaluación. Y se quieren entregar más certezas para evitar la judicialización, que influye con fuerza en los tiempos totales de tramitación y afecta a cerca del 10% de los proyectos, pero son los que representan la cantidad más importante de inversión. Pensamos que se podría llegar a una reducción del 30% de esos tiempos, y hay entendimiento transversal de que hay que trabajar con sentido de urgencia para concretar tales medidas.
La secretaria de Estado asume que son necesarios cambios en las reglas del juego de su área, y sostiene que se está avanzando para tener leyes que permitan acelerar el desarrollo de proyectos, compatibilizando el crecimiento económico con el resguardo de la naturaleza.
¿Y hay bases para las quejas?
—Nuestro Sistema de Evaluación Ambiental va a cumplir quince años, y muchas cosas han cambiado en ese tiempo… Y la Ley de Bases del Medioambiente que estamos cambiando acaba de cumplir treinta años. Por ello es momento de adaptarse a la realidad, y de ello dan cuenta las propuestas hechas… Y esto implica además la urgencia de abordar la crisis climática en un mundo que cambia con rapidez.