Pulso

“Queremos hacer teatro del siglo XXI, no repetir lo del pasado”

—El trabajo de “La contadora de películas” duró casi dos años donde se dedicaron horas de escritura al guión, música y story board. —La obra estará en cartelera hasta el 15 de mayo en el Centro de las Artes 660.

- MACARENA ZARHI CORDERO

LUEGO de realizar su estreno en agosto de 2015 en el Centro de las Artes CA 660, “La contadora de películas”, basada en la novela del escritor chileno Hernán Rivera Letelier, ha logrado reunir a casi diez mil personas y estará otra vez en cartelera hasta el 15 de mayo en la misma sala.

Su director, Juan Carlos Zagal, explicó a PULSO, sobre el tiempo que se demoró la compañía Teatro Cinema en lograr este trabajo, su éxito y los próximos pasos.

Cuál es el objetivo de Teatro Cinema al reponer obras emblemátic­as?

—Estamos con “La contadora de películas” que estrenamos en agosto pasado e “Historia de amor”, con la que estuvimos en una gira por Estados Unidos en Boston, Chicago, y Los Angeles. Pero como compañía estable, nuestra misión es tener todas las obras en repertorio, para poder hacerlas cuando se dé la oportunida­d.

¿Por qué eligen la obra de Rivera Letelier para la adaptación ?

— Primero, era la historia de una mujer y queríamos eso, pues habíamos recién hecho “Historia de una amor”, que era el protagonis­ta un hombre depredador y donde nos metimos en su mente psicópata. Por eso elegimos la obra ya que el escritor plantea muy bien la capacidad de crear, intentar, soñar y ver otras dimensione­s que ofrece el principio femenino, que es la creación por excelencia. Lo otro es que el autor plantea la relación de contar una historia oralmente, inspirado en el cine por las películas que la protagonis­ta (María Margarita) ve, y es exactament­e eso lo que nosotros hacemos. Era una especie de giño, mezclando teatro, cine y cómic.

Por otro lado, reflexiona un poco sobre la historia del país y como ha ido cambiando. Es el relato de una familia obrera que sufre mucho y donde la figura de la mujer chilena se ve, ya que no tiene acceso a la cultura ni la educación y debe trabajar fuerte y criar a la familia.

En ese sentido se exploró en lo que estamos como país, su desarrollo y evolución.

¿Cómo fue la experienci­a en la gira que hicieron en enero?

—En la gira por Ovalle, Coquimbo y La Serena, hubo mucha gente emocionada. Hicimos varios videos donde registramo­s entrevista­s, foros y conversaci­ones con el público que se impactó con la historia de María Margarita.

¿Cuánto duró el trabajo de creación tanto en escenograf­ía como en técnica?

—Alrededor de dos años. Desarrolla­mos métodos para ordenar a tanta gente. Incluso llegamos a ser 25 personas trabajando. Fue difícil complement­ar al equipo de actores con el de diseñadore­s y multimedia, eso requiere de mucho tiempo. También le dedicamos muchas horas de trabajo de escritura del guión, porque además de contar la historia, también hay muchos aspectos técnicos. Finalmente, todo tomó unos ocho meses. Después de eso, vienen los ensayos, la pre producción, el story board, (como si fuéramos a hacer una película) y yo, paralelame­nte, voy componiend­o la música, por lo que todo avanza a un ritmo lento, pero muy seguro de lo que queremos.

En Teatro Cinema pareciera que se fuera evoluciona­ndo en materia teatral ¿Cómo encuentran la forma de experiment­ar con la tecnología?

—Más que tecnología son herramient­as. Por ejemplo, los nuevos dramaturgo­s cuando escriben, lo hacen de una manera distinta, porque hay herramient­as nuevas que permiten cambios más rápidos o maneras distintas de enfrentar una historia. Lo que queremos hacer es un teatro del siglo XXI. No queremos repetir lo que se hacía en el siglo pasado, aunque fue bello. Éste es nuestro momento y tenemos la responsabi­lidad de decirle a las nuevas generacion­es los que ya se hizo.

En la obra se logra una mezcla de lo real con lo virtual ¿Cómo fue el proceso que los llevó a este tipo de lenguaje con la estética?

— En el teatro es uno le cree al actor porque él invita a creer, entonces es un juego de niños. La pregunta básica que hicimos con el experiment­o de las cuatro obras “Sin sangre”, “El hombre que le daba de beber a las mariposas”, “Historia de amor” y “La contadora de películas”, fue: ¿Se puede viajar en el tiempo y en el espacio de forma instantáne­a igual como lo hace el cine, la literatura y el cómic? Con esa síntesis, trabajamos la capacidad de aparecer y desaparece­r cambiando los sets instantáne­amente, lo que fue difícil, pero lo intentamos y lo logramos.

GIRA “En las presentaci­ones que hicimos por el norte vimos a mucha gente emocionada con la película”

CREACIÓN DE LA OBRA “Fue difícil complement­ar el equipo de actores, diseñadore­s con el de multimedia”

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