Constitución: las nuevas dudas de los observadores tras el inicio de los cabildos
Hoy está contemplado que los consejeros se reúnan con la Secretaría General de la Presidencia para despejar las nuevas interrogantes.
—“Esto está, con muchas dificultades, avanzando bien”. La frase del presidente del Consejo de Observadores, Patricio Zapata, durante la sesión del grupo el lunes pasado, da cuenta de una sensación ambivalente que hay entre sus integrantes: si bien ven con optimismo el avance del proceso constituyente, hoy están enfrentados a dudas y problemas que no estaban contemplados.
Porque si bien la metodología propuesta por el Go-
¿Qué ha pasado? Con los encuentros locales en pleno desarrollo, el Consejo de Observadores se ha enfrentado a nuevas disyuntivas a raíz del inicio de la etapa de participación.
¿De qué disyuntivas se trata? Por ejemplo, no hay claridad sobre si se puede rebajar el quórum para formar un cabildo o si los datos de quien los convoca serán públicos.
¿Cómo lo resolverán? Los consejeros todavía no han zanjado las dudas. Están a la espera de que hoy funcionarios de la Sepgres asistan a la sesión ordinaria del consejo para aclarar la totalidad de dudas que existe. bierno ya había sido cuidadosamente analizada y aprobada por los observadores, a la hora de implementar la etapa de participación —que comenzó el 23 de abril pasado con el debut de los encuentros locales— los consejeros se encontraron con que muchas de las disposiciones que funcionaban en papel, no operaban en la realidad.
Es así que en su última sesión ordinaria se discutieron uno a uno estos aspectos.
Uno de los temas planteados fue la posibilidad de que se baje el quórum para constituir cabildos locales.
Según lo acordado por los consejeros y el Gobierno, un encuentro local se puede hacer con un mínimo de 15 personas y un máximo de 30. Fue la consejera y baterista Juanita Parra quien preguntó qué sucedía si se organizaba un cabildo con menos integrantes y en caso de suceder eso, si las actas de un cabildo con menos personas serían consideradas.
Los puntos de vista fueron divergentes, porque si bien hubo consejeros que plantearon que flexibilizar el requisito puede funcionar como herramienta para fomentar la participación, hubo otros consejeros que se opusieron. Ellos argumentaron que no correspondía ajustar los criterios sobre la marcha y que se podía entender que el consejo intentaba “inflar” la participación. “La convocatoria es
Quórum de los encuentros locales. Aunque el mínimo para convocar a un encuentro hoy son 15 personas, se analiza bajar el requisito a 10.
Estadía de un observador en un cabildo. No hay claridad sobre cuánto tiempo tiene que estar un observador en un cabildo para fiscalizarlo correctamente.
Publicación de datos de los participantes. No se ha definido si en alguna etapa se conocerán los rut y nombres de quienes convocaron o asistieron a un cabildo. Divergencias. Temas como el quórum para convocar a un cabildo no han logrado ser consensuados por el grupo. responsabilidad del Gobierno, no responsabilidad del Consejo”, dijo ese día un observador.
Otra de las dudas apunta al actuar específico de los consejeros cuando éstos vayan a supervisar algunos cabildos locales. ¿Puede un observador llegar a un cabildo que se organice en un domicilio particular sin avisar antes a los dueños de casa? En este punto la discusión giró en torno a las legítimas dudas de seguridad de quien convoca al encuentro. Fue el abogado Arturo Fermandois quien ese día recordó el principio de inviolabilidad del hogar.
Además, tampoco está establecido cuánto debe durar la visita del observador al cabildo. Porque si bien hubo consejeros que relataron haber participado en la totalidad del encuentro —que fácilmente puede superar las tres horas—, otros contaron que habían pasado por una hora a supervisar la instancia. Otra vez sin acuerdo, hubo consejeros que plantearon que una fiscalización seria implicaría estar durante todo el cabildo. Pero hubo otros que sugirieron que dado que hay más de mil cabildos inscritos a la fecha, si se supervisaba por un menor tiempo se podrían abarcar más encuentros.
Finalmente se debatió si las actas de los cabildos debían ser de acceso público y si éstas debían incluir el rut y nombre de quien citó al encuentro y quienes participaron. Hubo consejeros que defendieron la opción del anonimato, pero en la vereda contraria, hubo otros que sostuvieron que mientras más datos fueran de conocimiento público, menos espacio quedaba para las suspicacias.
En cada uno de los temas debatidos los consejeros no lograron acuerdos unánimes, por lo que se decidió no votar dichas materias. En cambio, optaron por pedirle a la Segpres que les aclarara cada una de las dudas, lo que se concretaría en la sesión que tendrá el Consejo de Observadores el día de hoy. —Entre los consejeros existe cansancio físico y mental con la mitad del proceso desarrollado. El diseño inicial suponía comenzar a hacer estos encuentros autoconvocados porque la Presidenta planteó la idea de llegar a la gente de a pie. Eso a nosotros nos ha exigido un despliegue territorial bien importante.
ROL DE LOS PARTIDOS “Espero que los partidos vayan ajustando su discurso al devenir del proceso”.
EVALUACIÓN “El proceso es súper exitoso, porque se quería convocar a las personas de a pie y ahí están”.
¿Atribuye el cansancio a las permanentes críticas de los partidos?
—Los partidos políticos dicen una cosa en la conversación interna y dicen otra a la prensa. Eso al consejo, a los seres humanos que estamos ahí nos cansa, muchas veces nos agota. Pero esta semana la cantidad de encuentros que se han comenzado a inscribir ha sido exponencial. El proceso es súper exitoso, porque finalmente se quería convocar a las personas de a pie y ahí están. Es un proceso virtuoso. Si uno le quita el cansancio, el agotamiento, el vernos las mismas caras tres veces a la semana, uno se da cuenta de que el proceso va bien.
LABOR DEL GOBIERNO “La Segpres ha generado la articulación para que esto pueda desarrollarse adecuadamente”.
El mandato del consejo termina en octubre, ¿cómo proyecta el trabajo que queda?
—Esto va a ser exitoso en la medida que la gente se vaya incorporando. Existen ya 1.200 encuentros locales, y cada día se están inscribiendo de a 100. Pero como hubo encuentros que al principio se cayeron, queda la impresión del discurso de dirigentes que dicen que esto huele a pescado, que existe una manipulación política. Pero en realidad este tipo de encuentros es lo que más se aleja de la manipulación política, porque no los pueden controlar los órganos de la administración. La gente está preocupada de hacer sus encuentros y no de escuchar discursos oficialistas.
¿Hay reparos a cómo se han comportado los partidos políticos?
—Más que juzgar a los partidos, se ha instalado un discurso que no se condice con la realidad. Lo que está pa- sando es un proceso autónomo, con actores distintos, el diseño ha sido exitoso, hay mucha gente interesada en participar. Espero que los partidos lentamente vayan ajustando su discurso al devenir del proceso.
¿Cómo evalúa el desempeño del Gobierno?
—El diseño es complejo, porque hay varios ministerios involucrados. Particularmente con la Segpres ellos han estado muy cercanos al consejo y han implementado los acuerdos. La Segpres ha generado la articulación para que el proceso pueda desarrollarse adecuadamente. El Gobierno ha estado tensionado por distintas partes, por los partidos también, y han reaccionado más que bien. La cosa está empezando a andar, la gente está empezando a trabajar y eso va a tener sus frutos.
¿Fue clave que se haya designado a tres redactores de los cabildos y no sólo a uno como quería La Moneda?
—Mi opinión personal es que los tres son tremendos profesionales y que su discurso es totalmente compatible con la discusión que hemos desarrollado. Yo lo miro con mucha esperanza y creo que rápidamente se van a adecuar a las exigencias de este proceso.